Leyenda de miedo en Sant Francesc
Esta leyenda mallorquina de amor o mejor dicho desamor tiene origen hace unos 4 siglos atrás, donde la deshonra por las habladurías podrían arruinar la vida de una persona. Es lo que le paso a la protagonista de este relato.
Leonor era la joven cuya honra quedo en el entredicho, debido a las habladurías de un joven caballero que abandono la isla para ir a combatir en las guerras del continente.
Pasados varios años regreso a la isla, ese mismo día Leonor había fallecido de tristeza. La muchacha joven se fue marchitando poco a poco, debido a las habladurías por las calumnias que el caballero había dicho sobre ella.
El joven impresionado por el dolor que había causado decidió ir a la iglesia de Sant Francesc, en Palma, donde se encontraba el cadáver pálido e inerte de la muchacha; estaba tan arrepentido que decidió junto a un monje de la iglesia velar el cadáver él solo toda la noche.
El monje cerró las puertas de la iglesia, allí permaneció el caballero velando a Leonor.
A la mañana siguiente cuando los monjes se levantaron, se encontraron al joven caballero muerto desangrado en el suelo, con la lengua arrancada y retorcida.
Mientras que en el ataúd de Leonor se observaban unas pequeñas gotitas de sangre y en el rostro de la joven había una dulce sonrisa.
¿Se levantaría Leonor de su ataúd para matar al joven caballero y vengarse de esos años de angustia? Las puertas estaban cerradas y no había nadie más allí dentro.
Quizás era lo que necesitaba la joven para descansar en paz, vengarse.
Lo que más miedo da no es el hecho de que la mujer lo matará despues de muerta sino el hecho de que las habladurías de la gente produzcan tal depresión que acabes quitándote la vida