Cuando los políticos se dedican a insultarse unos contra otros en el congreso, lo que consiguen es que el pueblo se vuelva extremista. Si un individuo no simpatiza con la izquierda se vuelve instantáneamente en un fascista. Lo mismo ocurre con un partido de derechas, cuando no se comparten sus ideas eres un comunista.

Gracias a la ética de nuestros políticos practicando su ejemplo de educación y tolerancia entre ellos, el pueblo debilitado por sus sermones y manipulado por muchos medios de comunicación sigue su ejemplo.

Estos mismos insultos fascistas, comunistas, son los que se propinaban distintos alumnos de una universidad  de Madrid entre ellos. Estas palabras malsonantes son el reflejo del odio que desprendían de sus bocas a grito pelado. Este comportamiento nos puede recordar épocas de guerra donde el odio hacia una raza, una religión o un partido político hicieron mella en sus ciudadanos.

 Para rematar el tema varios personajes de la política de izquierda, halagaron los insultos de los estudiantes por la tv como si de una gran hazaña se tratase, lo cual lleva a incitar el odio entre los estudiantes y con cualquier ciudadano que no esté de acuerdo con sus ideas.

 Cabe recordar que estos estudiantes son nuestro futuro. Un futuro manipulado por estos señores que gobiernan nuestro País y digo nuestro, porque los ciudadanos mantenemos a estos individuos con sus sueldos desorbitados, sus aires de grandeza, con ideas pobres e absurdas de parvulario, que nos están convirtiendo en unas marionetas  manipuladas a su gusto.  El pueblo debe reflexionar si este es el futuro que quiere para sus hijos.

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Joana Andreu

COLABORADORA| SOCIAL
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