¿Para que sirven los políticos en España?

El sistema electoral español es un instrumento político y social que sirvió, en su momento, para una transición hacia la madurez democrática porque era una mejora que nos permitía paliar el retraso que llevábamos en relación a otros países más avanzados.

Pero ahora ya no sirve para afrontar los retos de un país que no ha superado las miserias heredadas de la rancia burguesía, el clero y la dictadura. Porque los mismos ilustres apellidos y terratenientes que había antes de la transición, simplemente, siguen ahí, solo que algo camuflados, cometiendo los mismos errores.

Por eso se esfuerzan tanto en buscarles sucedáneos que perpetúen un modelo de lucha entre clases, ideologías y creencias al igual que antaño.

La sociedad precisa científicos sociales, expertos en economía circular y políticos de gestión no ideológica que estén libres del poder e influencia de lobbies perniciosos económicos, por lo menos de los propios, pues lo único que pretenden éstos, es el mantener artificialmente vivo, una década más, al paciente crítico de su sector de capitalismo salvaje que controlan ellos.

El mundo, a pesar de todo, ha sido capaz de grandes avances en medio de la sin razón, pero en estos momentos estamos sufriendo un rebote de decadencia porque la gente se obceca en creer ser libre, siendo «libre de elegir» repetir nefastos patrones culturales, de consumo y de pensamiento, que ellos nunca eligieron, porque simplemente les fueron impuestos y programados para servir a intereses que tratan a las personas como meros trámites económicos y que acaban dañándolas a ellas y a la naturaleza que las sustenta.

Precisamos espiritualidad y menos religión. Ciencia y menos política. Responsabilidad y menos libertinaje.

Debemos asumir la corresponsabilidad de hacernos útiles a la sociedad y a la naturaleza en vez de seguir viviendo caprichosa e irracionalmente expoliando nuestro entorno social y natural sin más lógica que la que dicta un ego hinchado, consumista y caprichoso.