De escapada en la capital, con el musical «A Quién le Importa»
Cuando vengas a Madrid…es obligatorio acudir a la Gran Vía a ver un musical. En la sala Arlequín hay un montaje que explota la nostalgia por una época más libre y una sociedad menos acomplejada: A quién le importa . El musical de los 80 y 90.
Sus actores son dinamita pura y tienen oficio. Consiguen una extraordinaria química con el público y son los mediums para una experiencia inmersiva. La tendencia en muchos espectáculos de este Madrid postpandémico es que desde las butacas se baile, se cante y el espectador forme parte de un acontecimiento que allí surge: La magia de la presencialidad, de lo que ocurre aquí y ahora.
Los que rechazamos el metaverso, amamos el teatro por la singularidad de cada representación. Al margen de la multiplicidad de géneros y estilos, necesitamos la atmósfera que rodea a esa experiencia en la que cedemos nuestra atención y nos dejamos llevar por una realidad que se está produciendo en ese instante y que cuenta con nosotros.
La dirección de Cari Antón, también autora de la obra, marca muy bien los momentos en los que el que los presentes se integran y cuando se mantienen como observadores.
La tendencia a la nostalgia con las grandes canciones de esas dos décadas, unidas a bromas y alusiones divertidas sobre los personajes e iconos de la época son una fórmula irresistible que se extiende también a los locales de marcha capitalina. Por ejemplo, las salas Rockade con maquinistas Arcade que funcionan, colecciones de muñecos de películas y series de las dos últimas décadas del siglo XX y una estética de discopub.
La necesidad de volver atrás en el tiempo nutre muchas opciones de ocio. Es quizá el anhelo de retomar el espíritu de una época donde no era necesario etiquetarlo todo, donde cada joven recorría su camino iniciático sin contaminaciones y cuando los consejos no precisaban de influencers, se producían en el contacto real con los demás. Los títulos de las canciones fueron y son un grito de reivindicación: Voy a pasármelo bien, A quién le importa, Las chicas son guerreras, No controles…Libre.
