¿Cómo puedo proteger a mi perro frente a la Leishmaniosis?

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No existe una protección 100% efectiva frente a la Leishmaniosis, por lo que recomendamos un abordaje multimodal para llegar a la máxima protección posible.

Hay 3 estrategias para prevenir la Leishmaniosis. Estas consisten en: evitar la exposición al vector (y por tanto, al parásito), proteger a la mascota de la picadura del flebotomo y mejorar su respuesta inmunológica frente a la Leishmaniosis.

Para protegerse de un patógeno, lo más efectivo es conocer el agente infeccioso implicado y su vector ,al que queremos combatir. Si entendemos cómo actúa, será más fácil enfrentarnos a él.

La Leishmaniosis

La Leishmaniosis es una enfermedad parasitaria que se transmite por la picadura de un flebotomo infectado. Aunque se habla frecuentemente del “mosquito de la Leishmania”, el flebotomo no es realmente un mosquito, aunque se le parece mucho. Este insecto hematófago no se reproduce en charcas de agua como lo hacen los mosquitos, sino en grietas, lodo o materia orgánica en descomposición, por lo que la eliminación de agua estancada con larvas de mosquito no interfiere en la presencia de este flebotomo.

Otra característica diferencial es que es mucho más pequeño que el mosquito por lo que las mosquiteras convencionales para cubrir puertas y ventanas no nos sirven; se necesitan unas mallas de máximo de 0,3-0,4 mm2 para evitar que éstos entren en casa. Asimismo, es importante, eliminar acumulaciones de materia orgánica (leña, etc), para evitar la reproducción del insecto. La actividad del flebotomo se activa cuando la temperatura exterior es superior a los 16 grados, es decir, entre los meses de abril a octubre.

Pero ¡cuidado!, porque las temperaturas aumentan cada año y, en Mallorca, observamos su presencia durante casi todo el año. Suelen picar al atardecer o al amanecer, en ausencia de viento y, es por eso que los perros que duermen fuera tienen mayor riesgo.

Collares o Pipetas

Además de reducir la exposición al vector, recomendamos proteger a los perros con collares o pipetas repelentes, para reducir la probabilidad de que sean picados por los flebotomos. Hay que tener en cuenta que las desparasitaciones con comprimidos contra las pulgas y garrapatas no sirven para prevenir la picadura del flebotomo. Estos compuestos hacen efecto cuando los parásitos pican a la mascota, por lo que la transmisión de la Leishmania por el flebotomo será posible.
Otro punto importante que no debemos olvidar es que los collares o pipetas tienen una efectividad más alta al principio, pudiendo bajar su efectividad a menos del 50% al final de su vida útil; además los baños y el agua reducen considerablemente su efectividad. Debido a esto, recomendamos cambiar los collares al principio de la primavera para tener una efectividad más elevada durante estos meses y cambiarlos con una frecuencia más elevada de lo recomendado. En el mercado hay mucha variedad de productos preventivos con una efectividad muy variable, por lo
que recomendamos preguntar a su veterinario sobre los estudios de efectividad de cada uno de ellos.

Alternativas a la vacunacion

El último punto sería mejorar o cambiar la respuesta inmunológica del perro en el caso de que el parásito pudiera penetrar. Para ello hay varios métodos posibles siendo el más conocido la vacunación frente a la Leishmaniosis. Ésta llega a una efectividad de aproximadamente el 70%; aunque pueda parecer una efectividad baja, hay que tener en cuenta que un 70% menos de perros enfermos o muertos, siguen siendo muchos. Alternativamente a la vacunación hay otros productos, tales como la domperidona, que pueden cambiar la respuesta inmunológica y ayudar a combatir o prevenir la enfermedad. Además, aunque parezca obvio, es necesario darles una buena alimentación y desparasitarles trimestralmente frente a los parásitos internos, pues esto reforzará su sistema inmune y así podrá defenderse mejor ante la enfermedad.
Un punto también muy importante es controlar las enfermedades concomitantes que puedan bajar las defensas de su mascota, por lo que recomendamos una revisión anual por parte de su veterinario.

En conclusión, para mejorar la protección de su mascota frente a la Leishmaniosis recomendamos evitar al máximo la exposición de su mascota al vector, protegerle con pipetas o collares repelentes frente a la picadura y mejorar su respuesta inmunológica. Con esto maximizaremos la protección frente a la leishmaniosis y en este tipo de enfermedad, más vale prevenir que curar.

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