Los psicópatas viven entre nosotros sin saberlo

Vivimos rodeados de psicópatas que parasitan la felicidad de la buena gente… Aprendamos a identificarlos a tiempo.

Theodore Millon, psicólogo de la escuela de Florida investigó la psicopatía definiendo 9 subtipos:

A. Carente de principios: Narcisistas, ególatras y desleales, sin empatía, explotador y fraudulento. Hábiles mentirosos y tramposos carentes de culpabilidad, al hacer justamente eso, trampas, se sienten superiores a los que respetan las reglas éticas y morales.

Sólo permanecen junto a alguien hasta que ya no le sirve para sus fines egoístas o encuentra a alguien mejor a tales efectos. Llegando a ser crueles y vengativos para atemorizar a quienes de quien se ha aprovechado.

B. Solapado: Más falso que un euro de madera, excelente relaciones públicas, muy resentido, impulsivo y desconfiado. Su forma de control sobre los demás es la seducción precisando tener múltiples parejas.

Irresponsable e impulsivo, constantemente busca sensaciones nuevas. Calculadores, no admiten debilidades a los demás y los ciegan con su falso éxito; parece que todo les va bien, se disfrazan de triunfadores que buscan el bien ajeno cuando es todo lo contrario.

C. Malévolo: Son los criminales exageradamente hostiles y vengativos. Los define la crueldad y deseo constante de venganza por traiciones y castigos supuestamente sufridos o que trata de evitar.

Sádicos depravados, son rencorosos, viciosos, malignos y mordaces. No dejan de acechar a sus víctimas hasta que consiguen hacerle daño.

D. Tiránico: Similar al malévolo. Crueles y peligrosos. Frustrados natos, obtienen un gran placer al forzar a la víctima a acobardarse.

E. Tomador de riesgos: Impulsivos e irreflexivos les excitan los riesgos. Confunden ser temerario con sentir miedo. Suelen ser rutinarios y autodisciplinados. No tienen ninguna empatía por las víctimas de sus imprudencias.

D. Codicioso. Confunde ser con tener. Le motiva engrandecerse, sea física como materialmente consiguiendo sus propósitos incluso criminalmente para compensar su necesidad de estar por encima de los demás, aun perjudicándoles, sea su pareja, hijos, amigos o compañeros, tratándoles como simples peones.

Logre lo que logre o hagan lo que hagan los demás nunca será suficiente. Les divierte el dolor ajeno y desacredita los éxitos de los demás. Muchos CEOs exitosos encajan en este perfil.

E. Débil: Evitativo y dependiente con falsa imagen de seguridad y confianza en sí mismo. Agreden y aprenden artes marciales para demostrar constantemente su falta de miedo y adoptar el rol de agresor y nunca de víctima. Son caricaturas de tiranos, mantienen una actitud intimidatoria, mostrando al mundo que «es peligroso meterse con ellos».

F. Explosivo: Su característica principal es la súbita y repentina afloración de extrema hostilidad. “Explota”, de manera incontrolable para provocar sumisión y pasividad en la víctima.

G. Áspero: Indirectos y pasivos. Son la viva imagen de la discordia, siempre discutiendo o criticando a los demás. Son muy «trepas» y acaban siendo «jefes de sección» a base de «desollar» a los demás.

Con pocos remordimientos o culpa. En el fondo amargados, jamás lo asumen, agreden verbalmente siendo irónicos y sarcásticos a la vez que siempre creen tener la razón en todo y que los demás siempre están equivocados y les es especialmente placentero contradecir a los demás. Les encanta frustrar y humillar a la otra persona.