Según la Oficina de Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH), el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, mantuvo conversaciones telefónicas el martes con el teniente general Abdel Fattah Al-Burhan, comandante de las Fuerzas Armadas de Sudán, y con el general Mohamed Hamdan Dagalo, líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido rivales. Esta intervención tiene como objetivo detener la escalada de violencia en Sudán, que está teniendo un impacto devastador en millones de civiles que, según los trabajadores humanitarios, «se enfrentan a la hambruna».

Un enfoque diplomático urgente

Volker Türk instó a ambos líderes a actuar de inmediato para calmar la situación. Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, explicó que Türk había advertido previamente a los generales en noviembre de 2022 sobre las consecuencias catastróficas de los combates en El-Fasher. En esta región, más de 1,8 millones de residentes y desplazados internos están en riesgo inminente de hambruna debido a los enfrentamientos.

Türk recordó a los comandantes sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario para asegurar el cumplimiento de los principios de distinción, proporcionalidad y precaución, y subrayó la necesidad de rendición de cuentas por las violaciones cometidas por sus fuerzas y aliados.

Civiles atrapados en la violencia

Después de más de un año de guerra, aproximadamente 25 millones de personas, incluyendo 14 millones de niños, carecen de ayuda humanitaria. Millones han sido desplazados repetidamente, volviéndose cada vez más vulnerables. Los equipos de ayuda han advertido que la hambruna se acerca, especialmente con la proximidad de la estación de lluvias.

La ONU Derechos Humanos destacó la grave situación en El Fasher y sus alrededores, en Darfur, donde al menos 58 civiles han muerto y otros 213 han resultado heridos desde la intensificación de los enfrentamientos la semana pasada.

Enfermedades y hambruna: Una emergencia inminente

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) también ha expresado su preocupación, advirtiendo que las enfermedades y la hambruna se están acercando rápidamente. El plan de respuesta conjunto de la ONU pretende asistir a 15 millones de las personas más afectadas, pero requiere urgentemente 2700 millones de dólares. Hasta ahora, las organizaciones humanitarias solo han recibido el 12% de este monto.

Jens Laerke, portavoz de la OCHA, alertó que sin una inyección inmediata de fondos, los equipos de ayuda no podrán ampliarse a tiempo para evitar la hambruna y prevenir más privaciones. Los fondos se destinarán a proporcionar alimentos, servicios sanitarios, refugio, agua y saneamiento, así como a prevenir la violencia sexual y de género, apoyar a las víctimas y reabrir escuelas para los niños no escolarizados.

La intervención de Volker Türk representa un esfuerzo diplomático crucial en un momento en que Sudán se encuentra al borde de una catástrofe humanitaria. Es imperativo que la comunidad internacional responda con urgencia para apoyar estos esfuerzos y proporcionar los recursos necesarios para aliviar el sufrimiento de millones de civiles atrapados en el conflicto. La rendición de cuentas y el cumplimiento del derecho internacional humanitario son esenciales para evitar una mayor escalada de la violencia y sus consecuencias devastadoras.

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