En la Vida no hay Premios ni Castigos, sino CONSECUENCIAS (Mafalda)

¡Y quién nos lo iba a decir! Los maravillosos dictados de Mafalda marcan el paso a un político cuyo cerebro ligeramente desvencijado puede seguir en La Moncloa a pesar de que según el diario EL MUNDO un 75% de los votantes del PSOE no están de acuerdo con las tesis del propietario de ese cerebro. De verdad que lo de mentir sin ningún escrúpulo imprime carácter y Mª Jesús Montero (Ministra de Hacienda e.f.) tiene bien asumido que lo de mentir sin ningún escrúpulo tiene marca propia. Digna alumna del primer mentiroso del reino.

¿Y será que también le habrá comunicado al Jefe del Estado sus verdaderas intenciones para alcanzar la investidura? ¿O le habrá mentido como ha hecho en todo este tiempo pasado con el resto de los españoles?

Si hiciéramos una porra, yo me apuntaría a la segunda de las opciones.

La verdad es que no vale el tejemaneje con 2 meses de franquicia de quien se ha cansado de decir a voz en grito, tanto por su cuenta como por la de las ministras correspondientes, que intentar conseguir por parte del primer candidato a presidir el Gobierno de España propuesto por el Jefe del Estado, es una pérdida de tiempo porque eso es lo que no va a conseguir. Y se olvida de que el diálogo y la consulta legal es un imperativo de las gentes de bien y no de las hordas filibusteras que prefieren actuar como si la democracia les viniera grande.

Y si es cierto que el filibustero mayor del reino tiene los apoyos necesarios para investirse Presidente, ¿Para qué necesita 2 meses?

¿Será que la astronauta quiere plantearle problemas al besucón de su protegida?

Esta otra desvencijada cerebral y además embustera por decir que el voto de los retales políticos de nuestro país no lo tiene decidido. ¿Cuántos ministerios quiere? Si repite la cifra del anterior gabinete 22 + 1, ¿quién se quedará sin mamuncia ministerial?. Eso no lo saben ni los componentes de esa plataforma, a la que les ha salido un duro competidor que es el BENEGA, que pasa de ellas/os/es y va por su cuenta siendo una formación política gallega como la astronauta.

¿Alguien se cree que SUMAR no tiene decidido su voto en favor del candidato pitillo? Eso es absolutamente ridículo. Los ciudadanos de la piel de toro e Islas Adyacentes y Atlánticas tienen que olvidarse de lo de la ideología transiberiana y defender la Constitución como mandan todos los cánones que en política son.

Este personaje extraído de un panfleto de ciencia ficción necesita que la amnistía y “lo que quieren volver a hacer” esté garantizado con luz y taquígrafos, y con muestra de los papeles firmados y comprometidos. Aunque yo apoyaría lo del Referéndum y creo que teniendo en cuenta que la Constitución ampara cualquier consulta vinculante por interés nacional, se podría plantear la siguiente pregunta a todos españoles que de Europa son:
¿QUIERE USTED QUE CATALUNYA SE INDEPENDICE DE ESPAÑA Y SE CONVIERTA EN UNA REPÚBLICA INDEPENDIENTE?; SI – NO” A ver qué, y desde luego porque si somos demócratas convencidos, el resultado que sea vinculante para todos.

Catalunya no es una nación pegada a otra que se llama España, aunque el llorón por los rincones de Puigdemont y Junqueras diga que sí lo es. El concepto de plurinacionalidades, es un invento propio de los que no son capaces de conseguir un doctorado y alquilan a un “negro” para que lo escriba y hasta lo copie.

¡Qué vergüenza, queridos y muy sufridos españoles que de este mundo somos!.

Y ahora la pregunta de rigor, ¿usted cree que personajes como Maduro, Ortega, Castro, López Obrador o Petro pueden alinearse con una nación como la nuestra?

Mire la Unión Europea sí que se encuentra bajo el paraguas de la plurinacionalidad, porque hasta el momento presente son 27 NACIONES las que la integran, lo otro son Comunidades Autónomas, Condados, Departamentos, etc. Catalunya mientras el “totus” de españoles no se manifiesten en lo contrario, seguirá siendo una Comunidad Autónoma incluida en el título octavo de la Constitución que es el que entiende de la Organización Territorial del Estado. Y si quiere seguir haciendo el ridículo en todo el mundo sensato y equilibrado cambie la Constitución, que eso sí que estaría permitido si tiene los apoyos suficientes para hacerlo. Mientras tanto déjese usted de sandeces de medio pelo y no enfrente más a los españoles.

Y si no a un REFERENDUM NACIONAL.

No más humillaciones al poder judicial. Los encausados, juzgados y declarados culpables deben ser tratados como cualquier vecino de la nación. El Falcon que usa el Marqués de Falconeti o el cohete de la Yoli, ¿están ya con combustible suficiente que permita el regreso a España de un fugado sin que sea juzgado convenientemente? Es muy comprensible que no lo haga en el maletero de un coche, la experiencia fue muy poco edificante.

No más humillaciones al Jefe del Estado.

Yo me reconozco un muy gran admirador de un buen estadista llamado Josep Tarradellas. Cuando regresó de su exilio en Francia, desde el balcón principal de la Generalitat en Barcelona pronunció aquel ¡JA SOC AQUÍ! Y unos días antes había concedió una entrevista al periódico ABC en la que dijo: “He venido para trabajar para Catalunya y por España”. Y él estuvo exiliado y ejerciendo políticamente como Presidente de la Generalitat durante largos años. Y éste señor, fue el mismo que declaró que lo de los Países Catalanes era una insensatez. Tarradellas fue Presidente de Esquerra Republicana de Catalunya. Juzguen ustedes la diferencia.

Decir que su propuesta es la de pacificar Catalunya es una burda mentira. Nadie quiere ni en Catalunya ni mucho menos en otros contornos de España que se pronuncie una guerra en esa Comunidad Autónoma. No sea ridículo Sr. Sánchez, la última prueba electoral, sí aquella del 25 de Mayo pasado, puso de manifestó claramente que más del 60% de los electores que acudieron a las urnas dieron la espalda a los incendiarios de sus amigos. ¿Va usted a poner en su sitio a los qué tanto mal estar están creando?

Usted quiere gobernar España cuyos elementos ni siquiera han acudido a la cita propuesta por el Jefe del Estado. Usted va a gobernar con unos auténticos salteadores de caminos y urbes metropolitanas.