El Abandono de abuelos en las perreras
Hay tantas historias en cada jaula de la perrera, que es complicado elegir una. Pero lo que se repite en muchas son el abandono de abuelos y muchos en mal estado de salud.
Para estos animales sacarlos de lo que ha sido su lugar de confort, de lo que han conocido toda una vida y llevarlos a la perrera es matarlos en vida. Y aquellos voluntarios que día tras día están con todos los abandonados, ven el dolor de sus enfermedades, ven la tristeza en sus ojos y la expresión de perdida en sus caras.
Los animales esperan que aquellos que fueron sus dueños, buenos o malos, regresen a por ellos. Quieren reconocer ese olor que los trasporte a sus días de seguridad, oír su nombre en la voz de los que ellos amaron… pero que jamás volverán a oír. Ellos no saben ni comprenden un abandono.
Alvin es una de estas historias, fue noticia por ser abuelo y porque hay gente que lucha por sus derechos. Para que tengan una oportunidad y que no sean invisibles a los ojos de la gente, que va buscando los cachorros que después, en meses o quizás años pasaran a ocupar esas jaulas.
Alvin fue renunciado por su dueña, en un estado de salud ausente por completo ni la edad correcta sabia cual era.
Hoy Alvin tiene una familia, que va a luchar por él, por darle el cariño que tanto le negaron y que tanto necesita. Ha pasado su revisión veterinaria, su corazón generoso se encuentra bien a igual que otros órganos importantes. Aunque hay dos bultos, uno en la boca y otro en un testículo, que tiene a todos algo preocupados. Le están haciendo pruebas y sabrán mas cosas con los resultados de todas las pruebas.
De momento lo que necesita es el calor de un hogar, alguien que ha visto más allá de su edad y que jamás lo abandonaran.
Cuando un abuelo abandona una jaula para marcharse aun hogar, es un milagro. Hoy Alvin es el milagro de una Navidad
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