Conoce a un escritor: Josep Masanés

Bienvenido y muchas gracias por la oportunidad que me das para esta entrevista.

Escritor: Josep Masanés

Libros: La vall de la matança; Camins sense retorn; La paradoxa de Schrödinger; La putrefacció de la llum; Radiació de fons; Pluja de fang; Jo tenia deu oliveres; El mapa de les eleccions; Lladre de mar; Els proscrits de Santa Fe; Funes, el meu nom és Toni Funes.

¿Quién es en realidad, Josep Masanés?

Soy escritor. Eso significa que mi vida está consagrada a la escritura. Desde que me levanto por la mañana hasta que me voy a dormir, y creo que incluso cuando duermo. De lunes a domingo, de enero a diciembre, un año tras otro. Vivo la vida a través del filtro de la literatura. Podría decirse que es casi como ser un don Quijote de carne y hueso.

Aparte de escribir, ¿cuáles son tus pasiones?

Como digo, estoy volcado totalmente en la escritura, pero, evidentemente, a las personas hay muchísimas cosas que nos gustan y pueden hacernos felices y, de algún modo, todo ello es necesario también para alimentar esa bestia que es la literatura. En general me gustan las actividades de tipo artístico y los deportes.

¿Qué estudiaste?

Estudié Derecho.

¿Recuerdas el primer libro que leíste?

A veces te preguntan por las primeras lecturas y eso es como más sencillo, pero el primer libro que leí es difícil de decir. Tengo retazos en la memoria de esos libros ilustrados, primeras lecturas, libros medio rotos. Podría ser El gato con botas. Lo que sí recuerdo con más claridad es a mi madre contándome cuentos como La caperucita roja o La cenicienta . Aún hoy puedo sentir esa sensación en el estómago de decir: sí, ahora es cuando… Y, bien, luego ya en la escuela había una biblioteca y ahí empezamos a leer, sobre todo la colección de Salvat de clásicos ilustrados.

¿Cómo empezaste a escribir?

La escritura, como tantas otras cosas, y sobre todo viniendo de la época que veníamos, con altos niveles de precariedad, se veía como un sueño. Sigue siendo un sueño porque no se puede vivir de la escritura. Así que, a pesar de lo mucho que me atraía la escritura, no me decidí a ello hasta que no me acerqué a la treintena.

¿De dónde viene tu afición a la literatura?

Cuando empecé a escribir estaba subyugado por Kafka, Gide, Jünger, Camus. La literatura te ayuda a entender el mundo y te abre a nuevos conocimientos. De ahí surge el interés por la literatura como lector y luego como escritor, porque de algún modo uno quiere devolver parte de aquello que ha recibido.

¿Qué género literario escribes y qué otro género te gustaría escribir?

Básicamente he escrito novelas. Al principio escribía cuentos porque es una manera de hacer pruebas, de experimentar, y que no te suponga un coste de tiempo muy alto. Tengo un libro de poemas publicado. Me atrae escribir una obra de teatro, quizá escribir no ficción, unos dietarios -que ya he hecho- y la no ficción en el ámbito literario, aunque la no ficción te exige unas certezas que no te exige la ficción.

¿Planificas las historias al detalle antes de escribirlas o las dejas surgir sobre la marcha?

Las historias se tienen que planificar con carácter previo, pero el nivel de detalle tampoco puede ser excesivo. Luego, cuando reescribes y haces correcciones has de tener la flexibilidad de poder hacer cambios estructurales.

¿Elegiste tú la editorial o ella a ti?

En mi caso todos los libros que he publicado son premios literarios y, por tanto, la publicación va ligada al hecho de ganar el premio, salvo en dos casos que, en uno de ellos no he conseguido publicar la novela, y en el otro la verdad es que lo que hice fue decir que tenía una novela que había ganado un premio en Twitter y la editorial que me publicó se puso en contacto conmigo y llegamos rápidamente a un acuerdo. Son de esas cosas que nunca pasan, pero siempre hay una excepción.

¿Cómo te haces notar hoy en un mundo editorial tan sobresaturado?

No puedes.

¿Tienes algún autor favorito, alguien a quien tengas como referente?

Hay muchísimos escritores muy buenos. A nivel vital me parece una lección de lo que uno puede esperar como escritor la vida de Roberto Bolaño. De lo que puede esperar siendo muy bueno. Imagínate si no eres muy bueno. Y como escritores a mí me gusta mucho Thomas Bernhard, Cormac McCarthy y William Gaddis.

¿Qué consejo darías a nuestros lectores que sueñan con ser escritores?

Advertirles que esto es algo por lo que deben sentir una pasión extrema y que deseen hacer bajo cualquier circunstancia. Si creen que con la escritura se van a hacer famosos o que van a ganar mucho dinero, mejor que se olviden. La escritura para mí es trabajar todos los días un mínimo de 8 horas diarias. Para mí si no haces esto, no eres un escritor y, por tanto, si no estás dispuesto a hacer esto, yo le diría que no lo hiciese. Y que escriban hasta que se les sequen las ideas y que lean hasta caer dormidos.

¿Cuál es la mejor experiencia que has tenido hasta el momento con un lector?

No te sabría decir una en concreto. Sí que te puedo decir que gracias a la escritura conoces lectores que de algún modo sienten por tus libros lo que tú has sentido por otros libros y eso es maravilloso.

¿Cuánto tiempo dedicas a escribir?

Todo el tiempo que puedo. Con los años he intentado refrenar un poco mis ansias de escritura e intento limitarlo a 8 horas diarias e intento, los fines de semana, descansar.

¿Eres sensible a la crítica literaria?

Mi concepto de crítica literaria sería un análisis literario de los textos y eso prácticamente podríamos decir que no existe porque no es factible. Queda relegado para los clásicos. Con dos mil caracteres se puede decir muy poco.

¿Algún otro proyecto en preparación?

Siempre estoy escribiendo, de modo que hay muchas obras en el cajón y hay muchos proyectos en el cajón y ahora mismo estoy escribiendo una novela.

Muchas gracias por esta entrevista.