Como ya es habitual, van saliendo a La Luz las nuevas y últimas informaciones sobre los casos de pederastia en la iglesia católica española. Las diferentes investigaciones realizadas, tanto por la Conferencia Episcopal así como por la prensa, supuestamente independiente, como por ejemplo El País, arrojan cifras ridículas de casos de abusos que van desde el 1940 al 2023, lo que evidencia que el encubrimiento es sistemático y sigue siendo el gran vencedor de esta batalla de datos y ocultación, como la abstención es el gran vencedor del cargante mundo de la política a nivel nacional. Y digo que son cifras ridículas por el hecho de que, en ningún caso se pone en cuestión la incapacidad que tiene esta entidad religiosa para seguir gestionando parte de la educación infantil, y mucho menos para solucionar un problema que es de por sí sistémico en su organización desde hace muchos siglos.

Imposición ideológica, silencio obligado y miedo

Desde que en 1940 se comienzan a evaluar los primeros casos de pederastia de esta organización religiosa y su dominio de control de la ocultación de información, los medios nos están tratando de convencer de que el abuso a la infancia es un proceso contemporáneo, que va desde la aparición del golpe de estado y su posterior dictadura, hasta el día de hoy. Pero la realidad es mucho más cruda, salvaje y atemporal de cómo se está presentando el problema.

España lleva muchos siglos sufriendo el control religioso de la población, el dominio de la educación infantil y el condicionamiento ideológico de la mente y la libertad de nuestros ancestros, donde el miedo y la resignación fue y es la base de acceso a las vidas íntimas de la población. La iglesia católica lleva siglos accediendo directamente a la infancia y a sus familias sin ningún filtro, presionando de manera constante con el arma de la imposición ideológica, el silencio obligado, el miedo; y de aquellos modos han surgido estos lodos que hoy se destapan como escándalo mediático programado.

Mallorca se está convirtiendo en uno de esos lugares del mundo donde la pederastia dejará de ser por fin un tema tabú

Sólo 927 víctimas de pederastia son reconocidas por la iglesia católica española desde 1940, un vergonzoso insulto a la inteligencia y una escalofriante ocultación de los hechos, que de manera sibilina ha ayudado a mantener en el silencio cómplice, los abusos de sus asalariados, bajo la tosca acción de aislamiento y ocultación de los mismos.

Quienes hemos sido abusados, hemos estado esperando años a que estos delitos fueran reconocidos, que no prescribieran y que al final acabaran teniendo un cierto reflejo mediático. Aún así la lucha para el reconocimiento de esa “no prescripción” continúa, y podemos asegurar que Mallorca se está convirtiendo en uno de esos lugares del mundo donde la pederastia, ocultada hasta hace bien poco, dejará de ser por fin un tema tabú, para convertirse (si no lo ha hecho ya), en la mayor vergüenza destapada de nuestra sociedad. Nazaret es solo la punta de un gigantesco iceberg que encierra a ese monstruo. Que despierte, es solo cuestión de tiempo.

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