La cara oculta de la Iglesia Católica...

Hay una parte oscura, donde la luz de la conciencia no alcanza lo que se pudre en las entrañas de una institución revestida de un mensaje espiritual, misioneros, bondad y sacrificio por los demás.

Todo lo hace con una promesa, compórtate como te digo y dona, si quieres un asiento preferente para llevarte ante el ser supremo y disfrutar del gozo eterno, dona limosna, incluso, todas tus posesiones a la iglesia que te garantiza el lavado exclusivo de tus pecados con el mejor blanqueador del mercado religioso cristiano.

La Iglesia Católica, en España, inmatricula más de 100.000 bienes inmuebles, de los que muchos están enfrascados en juicios con los familiares de los donantes «in eternum» pues la mano ancha con la que legalmente se trata a esta entidad hace inviable su recuperación. Muchos, de hecho, los consiguieron durante la ‘revancha’ franquista tras la fratricida Guerra Civil.

Creo que bastaría que la Iglesia Católica vendiera un 10% de sus inmuebles para que se pudieran construir viviendas sociales y así asistir a toda persona que acabara en la miseria. Es más ¿se han dado cuenta de que cuando visitas Roma, el lugar donde más indigentes hay es en la periferia del Vaticano?

Pero la Santa Sede hace todo lo contrario, no sólo cobra un porcentaje del pago de los impuestos de los creyentes directamente, sino que crea fundaciones y asociaciones laicas para llevarse una buena tajada del sector no religioso. Son listos, llevan mucho tiempo en «el negocio».

Qué decir de la mugre relacionada con los escándalos de pederastia y robo de bebés, que son parte de una leyenda más negra que las sotanas en la penumbra de los confesionarios.

Está claro, sobre todo para el que visite el Vaticano o los palacios donde habitan los cardenales, que lo importante es enriquecerse a costa de quien cree en las promesas de que ‘te devolverán los créditos obtenidos aquí en un más allá celestial’. Pues, ellos, son los únicos que pueden por imperativo divino conceder el perdón de los pecados que ellos mismos han definido como tales.

Para conseguir perdurar en el tiempo no han escatimado en esfuerzos por revestirse de buena gente, de auténticos creyentes, de devotos defensores del mensaje de un rabino fracasado, por revolucionario, del siglo I, cuyo padre espiritual muy «amoroso», consideró oportuno dejarlo ser torturado y asesinado en una cruz para compensar todos nuestros pecados y crear una deuda pecaminosa impagable al resto de la humanidad, tal y como han hecho de otra manera, en base al pecado de la codicia, entidades perniciosas como la Reserva Federal Americana a los contribuyentes de los Estados Unidos. Solo que el truco final de la resurrección está aún por lograrse en la economía occidental, es evidente, que si para ser buena gente, te tienen que prometer la resurrección y la vida eterna, buena gente propiamente puedes serlo o no serlo, pero más bien pareces ser alguien muy interesado ¿verdad?

Mucho me temo, que el verdadero Jesús, habría sacado con la fusta a tanto mercader del templo de su padre.

Saben, es muy difícil escapar de algo que han instaurado en tu mente desde tu más temprana infancia, no importa de que religión se trate, vemos a gentes de culturas muy diferentes llegar a matarse en nombre de una fe ciega en los líderes que los manipulan para fines que nada tiene que ver con una auténtica espiritualidad.

Despierten, las tradiciones a veces, sólo refuerzan falsas creencias y dogmas erróneos.

Por cierto, muy buenas las empanadas con guisantes.