Excmo. Señor:

En primer lugar, mis felicitaciones por su nombramiento como alcalde de nuestra ciudad. Permita que me dirija a Ud. en relación a los premios literarios que ha convocado, en las lenguas oficiales de esta comunidad, el castellano, presente en las islas desde 1492 (Reyes católicos) y la lengua de los catalanes, la impuesta por los parlamentarios autonómicos en 1983, y que por alguna razón desconocida (nunca nos la han querido explicar) pretende sustituir la vernácula, el balear, o mallorquín, una demostración obvia, de la prepotencia política que nos gobierna, hecha sin propuesta electoral, sin referéndum ni consulta popular, sin contar con el pueblo, lo que ratifica y confirma que por lo menos en las baleares, desde hace cuarenta años, la dictadura de Franco no murió en el 75.

El mallorquín nació hace miles de años en las islas baleares

Un concurso literario en dos idiomas no autóctonos puede resultar complicado o enriquecedor, no podría juzgarlo, lo que no es en ningún caso, un aliciente cultural para fomentar la lengua del pueblo balear; si señor alcalde, el mallorquín, ese idioma que a ustedes los políticos les produce tanta aversión todavía existe, el que nació en las islas hace miles de años, el que Cecilio Mételo, fundador de Palma ya menciona en sus escritos, el que tiene gramáticas, muchas, desde 1496 hasta 2005, con diccionarios, libros de texto, poesía popular, rondayas, una academia, etc. etc., incluso un traductor balear español en línea por internet… una lengua que se habla habitualmente en la calle, y que estoy seguro usted lo hace en su ámbito familiar, y sin embargo oficialmente se mantiene oculta y prohibida.

Me gustaría preguntarle porqué, aunque me imagino lo sabe perfectamente, En cuanto a su legalidad y realidad existencial, usted como político ha jurado, prometido o lo que sea, acatar la Constitución, lo que conlleva, cumplir con el mandato constitucional; que le dicta el deber de proteger y preservar el idioma de su propio pueblo y no lo está cumpliendo, ni usted, ni​ todos los políticos de baleares, actuando como dictadores, vulneran de forma sutil y premeditada el Art. 3.3 de la Constitución, que dice; léalo, por favor: La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y consideración”. No dice que solo las que los parlamentarios autonómicos decidan que son oficiales… ¿A qué cree usted que se refiere este articulo? ¿Acaso considera que una modalidad lingüística de un pueblo, de las características del balear y sus modalidades fonéticas con siglos de antigüedad en Mallorca, Menorca o Ibiza, no merecen siquiera ser objeto de especial respeto y consideración?

Novela “Na Catalina de plassa”

Por correo aparte, recibirá usted un ejemplar de mi obra “Na Catalina de plassa”, una novela de tipo costumbrista y popular, ambientada en Palma, que reúne todos los requisitos para poder optar a los premios literarios de nuestra ciudad, todos menos uno, no está escrita ni en castellano ni en catalán, está en lengua balear, en mallorquín, la modalidad lingüística con la que se expresa su pueblo y el mío, la que protege, repito, el Art. 3.3 de la Constitución; por desgracia, a ustedes esto les da lo mismo, les importa más la decisión de unos parlamentarios descerebrados que un día, en 1983, decidieron, por su cuenta y riesgo, que el idioma del pueblo balear tiene que desaparecer, que tiene que ser sustituido por el de Cataluña, unos mandatarios del pueblo, que incluso tuvieron la osadía de votar para elegir el uno o el otro, sin ningún criterio, porque les dio la gana, o para auto justificarse…

Una decisión absurda y antidemocrática, que no cuenta con el pueblo, y que los políticos venís ratificando desde hace años, sentenciando una y otra vez, que el balear no merece ninguna opción, se diga lo que se diga, esto es así, lo demostráis una y otra vez, gastando millones de euros para imponer una lengua catalana, la del pueblo de Cataluña, que no es costumbre hablar en las baleares y estableciendo unas normas donde la lengua del pueblo ni siquiera tiene el derecho a que nadie lea lo que está escrito, la maldita lengua mallorquina del pueblo balear, que tanto os molesta a los políticos.

La lengua balear todavía existe

Le escribo, no desde el rencor, sino desde la rabia y la impotencia de ver como una y otra vez, la política vive de espaldas a la cultura, como la democracia sigue siendo manejada por unos políticos (sean de derechas o izquierdas) a los que no les importa la opinión, la lengua ni la historia de su propio pueblo, y sin embargo alaban y prefieren la de otro. No pretendo molestarle, supongo tiene usted otras obligaciones más importantes que leer esta carta, espero algún día pueda encontrar tiempo para leer mi libro de Na Catalina de plassa, y conocer de verdad la hermosura de un idioma muy antiguo, hoy sentenciado injustamente a la muerte.

Aprovecho la ocasión para desearle suerte en su gestión, recordarle que las islas baleares ni son catalanas ni hablan en catalán, que nuestra lengua balear todavía existe, ello aun a pesar de ustedes los políticos y como no, de los eruditos filólogos catalanes, que, por suerte, en cuarenta años no han conseguido erradicarla… decirle para su tranquilidad, que puede usted estar tranquilo, señor alcalde, los libros en mallorquín, ni mío ni de nadie, no se presentan a su concurso literario, porque no están escritos en lengua oficial, tampoco los encontrará en librerías, están absolutamente prohibidos por el régimen democrático del Parlamento Balear.

Atentamente.

Gabriel Carbonell y Sastre.

Deja un comentario

Abrir chat
1
¿Cual es tu información o denuncia?
GRUPO PERIÓDICO DE BALEARES, tan pronto nos resulte posible, será atendido, gracias.