(Exclusivo) Aumenta un 71,5% interanual el número de concursos acreedores presentados en el mes de noviembre

El colapso de las empresas sostenidas artificialmente durante la pandemia está desangrando la capacidad de sostener puestos de trabajo y generar riqueza del país.

Cuando una nación sólo realiza políticas para aplazar los daños en vez de combatir las causas de los problemas lo único que consigue es empobrecerse hoy y mañana más a cambio de haber parcheado mal el pasado.

Somos víctimas del cortoplacismo electoral de vividores de la política… Incluso con lo de «caso Catar» queda claro que a todos los niveles.

Lo mismo está haciendo ahora con la bajada de pantalones ante el aplazo a cambio del incremento de deuda hipotecario de las pocas familias que podrán optar a ello ante las brutales subidas de intereses.

Ya no hay políticos que representen a la mayoría de los ciudadanos, sólo tenemos sicarios políticos al servicio de una oligárquica minoría de mafiosos regente de los lobbies del poder pernicioso que están provocando un golpe de estado legal a través de conseguir que sus esbirros políticos cambien por decreto los mecanismos de control constitucional y judicial que quedan para asestarnos la estocada final.

Mientras, la cortina de fútbol, libertinaje y una gran parte de la juventud desinteresada por el devenir de España más allá de las gradas, sin valores de lucha, debilitada y alienada con estériles políticas centradas más en los derechos que los deberes que deben sustentarlos, además, está acabando ninguneada por los fondos «next generation» con una deuda que jamás podrán pagar para que el estado pueda seguir con la estafa de la financiación de las pensiones e insostenible parte del aparato funcionarial.