(III) Delincuencia y medios de comunicación social

(I) Delincuencia y medios de comunicación social

(II) Delincuencia y medios de comunicación social

Probablemente los medios de comunicación tengan mucho que ver en esto ya que se constituyen como un importante difusor de noticias sobre el delito.

Parece ser que muchos forman su opinión sobre la delincuencia en base a los reportajes de los medios de comunicación, reportajes que prestan más atención a delitos violentos y graves, y normalmente en una línea alarmista.

En las encuestas nacionales de victimización observamos que los ciudadanos consideran un menor aumento de la delincuencia en su entorno más inmediato, su barrio, y en contraposición, tienen una creencia generalizada de mayores índices de delincuencia cuanto más alejado sea el entorno, en este caso, el país en general.

Esto nos lleva a concluir que a medida que el espacio donde se desenvuelve el ciudadano diario y cotidianamente es más lejano, su sensación de inseguridad
aumenta. Sin embargo, en su entorno inmediato, recurrente y habitual, se siente mucho más seguro que en un espacio lejano y difuso. Esto sucede, en gran medida, porque la difusión en los medios de comunicación de hechos delictivos está creando una sensación de inseguridad en los entornos lejanos y, lo que es peor, también en los cercanos, potenciando el encierro, rejas, alarmas y hasta la autodefensa, soluciones lucrativas para algunos, pero inútiles para la gran mayoría.

Si en los medios de comunicación, tan accesibles en la actualidad para cualquier ciudadano, el 50% de las noticias están relacionadas con la delincuencia, resulta absolutamente lógico que muchos ciudadanos se sientan atemorizados ante el aparente incremento de los hechos delictivos.