Paseo cabizbajo por la calle y al ver un bar con la terraza llena hasta la bandera me pregunto:

¿Qué parte de la palabra pobreza se le escapa de la conciencia a un burgués común sentado en una terraza tomándose, como si no fuera con él, una cerveza?

¿Saben que vienen al comedor social ancianos que cobran pensiones de 365 euros o poco más? Pero de eso, al igual que la corrupción, los políticos no se ocupan de ello mas que para decir que han reducido un pequeño porcentaje algo que es indecente no haber resuelto completamente.

Lo triste, es cuando escuchas las historias como las de Miguel, un anciano de 87 años al que sus hijos yonquis le quitan la paga cuando cobra para ‘ponerse’ e incluso, con lágrimas en los ojos me explica como le pegaban.

O María, de 73 años, con las manos y espalda destrozadas de matarse a trabajar, pero claro, casi sin cotizar, porque trabajaba de interna en la finca de una ‘familia bien’ en ‘negro’, que por cierto, de la que han emergido, dice ella, importantes políticos en Mallorca y no precisamente de derechas.

Y una veterana ‘madam’ de 66 años que nos relata que pocos apellidos ilustres, durante su juventud en Palma, se salvan de ser o haber sido ‘puteros’.

Que decir de Said, de 64 años, durmiendo en una tienda de campaña bajo un puente, lo echaron casi a patadas de un edificio municipal que estaba medio abandonado desde hace años… no cobra, de hecho, hace largo tiempo que no pudo renovar su permiso de trabajo, tuvo un accidente que le impidió volver a trabajar de peón de albañil o en el campo en las recogidas, ahora está en tierra de nadie, con la mirada perdida.

O una de nuestras voluntarias, que por privacidad no diré su nombre, también de 64 años, desesperada porque haya pasado el tiempo suficiente para por arraigo, por ser extranjera, le permitan conseguir los ‘papeles’ que le den acceso a un trabajo… lo trágico, es que hace 4 días, su hija le comunicó que a su nieto de 21 años, lo habían asesinado de un disparo por la espalda. Desesperada intentaba pedir a todo el que conocía algo de dinero para poder pagar el entierro, que creanme que morir es barato pero enterrar dignamente ni aquí ni en ninguna parte… 1.500 dólares le pedían, por ahora ha conseguido 500.

O Tamara, una joven madre de tres hijos que tiene que sobrevivir cuidando a su anciana madre dependiente y tienen que hacerlo todos con una pensión de 450 euros… a ella, Tamara, no le han querido dar ayuda alguna porque está empadronada en la misma casa de su madre, que desde hace años, espera la ayuda de dependencia…

Lo más triste es que cada año mas de 30.000 personas mueren esperando recibir las ayudas de dependencia.

España es un país que prioriza la cerveza, fútbol, drogas y prostitución antes que a sus ancianos y dependientes.

¿No me creen? Vengan, vengan al comedor social y les enseño la realidad… luego les llevo a dar un voltio por los principales prostíbulos de Palma, verá lo llenitos que están, como las terrazas de algunos bares, por cierto…

¿Hasta que ha leído estas palabras, hizo algo usted antes por cambiar esta situación?

No, no me refiero a la pobreza, corrupción o dependencia, me refiero a su ceguera moral.

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