El popular juego KING-PIN, llega a todos los colegios e institutos públicos de Calvià

Una solicitud del Consejo de la Infancia, respaldada por la arraigada identidad Calvianera que ha perdurado en la comunidad escolar durante más de dos décadas, ha sido atendida por las autoridades municipales de Calviá. Esta medida permitirá que el popular juego King-Pin, reconocido como un símbolo entre los jóvenes del municipio, pueda ser practicado en todos los centros educativos públicos de la zona.

El King-Pin, también conocido como King-Pin Ball, va más allá de ser simplemente un juego de pelota. Para los habitantes jóvenes de Calvià, representa un pilar fundamental de su identidad colectiva, arraigado en la comunidad escolar desde hace 24 años. Surgido en el colegio Jaume I de Palmanova, el juego ha encarnado valores como la igualdad, la diversión y la participación activa desde su concepción.

Este compromiso con los Derechos de la Infancia refleja el compromiso de Calvià como parte del programa de Ciudades Amigas de la Infancia de UNICEF. La iniciativa, registrada por el Consejo de la Infancia y la Adolescencia de Calvià, busca instalar pistas de King-Pin en todos los colegios y en los tres institutos del municipio, con el fin de fomentar su práctica entre los estudiantes y reafirmar su importancia como patrimonio lúdico local.

El King-Pin se juega en una pista dividida en cuatro rectángulos, cada uno asociado a un personaje: Rey, Príncipe, Caballero y Esclavo. Los participantes compiten por alcanzar la zona del Rey y mantenerse en ella el mayor tiempo posible. Se han establecido tres categorías reglamentarias: individual, parejas o dobles, e Imperio (equipos de cuatro jugadores), con reglas detalladas que garantizan un juego justo y equitativo.

El origen de este juego se remonta al año 2000 en el colegio Jaume I de Palmanova, cuando un monitor de comedor, Juan Claudio Sanz Albaladejo, y el alumno David Vives sentaron las bases del King-Pin tal como se conoce hoy en día. Desde entonces, ha experimentado modificaciones y adaptaciones puntuales, pero su esencia sigue siendo la misma: promover la diversión, la camaradería y el espíritu competitivo entre los participantes.

El King-Pin se ha convertido en un símbolo de la identidad de los escolares de Calvià, trascendiendo las fronteras del Colegio Jaume I de Palmanova para convertirse en un patrimonio lúdico del municipio. Su éxito radica en su capacidad para unir a la comunidad estudiantil en torno a una actividad divertida y estimulante, fomentando la integración social y cultural.

A punto de cumplir sus bodas de plata, el legado del King-Pin continuará siendo un pilar fundamental de la cultura y el patrimonio lúdico de Calvià, ahora accesible para todos los estudiantes de los colegios e institutos públicos del Municipio.