Quién no ha visto imágenes en una nube, en unas rocas, en las sombras o en otros muchos sitios, imágenes que el cerebro nos forma en un momento dado, muchas, como las del agua, las nubes, incluso la espuma o las manchas de aceite, cambian a cada instante, se llaman pareidolias. Sus formas guían nuestra mente para formar imágenes conocidas, un perro, una cara, como en este caso, una persona, un gato, hasta dinosaurios, todo depende de la imaginación de la gente y su bagaje vivido. Muchas veces sólo las vemos nosotros, preguntas a otra gente, no ven nada.

Pues eso es lo que me pasó el otro día, una imagen entre las nubes me estaba mirando, a través de los ojos se veía el cielo, por eso los ojos azules. Uno se pregunta, ¿me querrá decir algo esta imagen?, ¿algún mensaje?… Uno se queda sin respuesta, en el fondo es sólo una nube, pero me inspiró para escribir este poema.

Desde el cielo me están mirando

Desde el cielo me están mirando

de quién serán esos ojos azules

que asoman de entre las nubes

con forma de estrella

los labios entrecerrados.

Dime que quieres

antes de que desaparezcas como la niebla

se te ricen esos pelos imaginarios

tus ojos, tan bellos, desaparezcan

quedando la nada entre un recuerdo.

Te iluminas como una lámpara

de un gas extraño

lo mismo se enciende o apaga

según miran mis ojos

tu sonriente cara.

Miro esos ojos azules

topacios extraños

labrados de inconsciencia

entre el blanco de tu rostro

mirada de inocencia.

Desde el cielo me están mirando

una extraña nube que calla

dime, porqué me estás mirando

silente entre la nada

o será que estoy sordo

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