El Sindicato Unificado de Policía (SUP) demanda refuerzos para garantizar la seguridad en Menorca
En un llamado urgente a las autoridades, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) expresó su profunda preocupación por la falta de efectivos policiales en Menorca, particularmente en Maó, tras los acontecimientos del pasado sábado. Este incidente ha vuelto a poner de manifiesto la escasez de personal en las Islas Baleares, un problema que el SUP ha destacado en repetidas ocasiones.
La situación crítica se desencadenó cuando una patrulla policial respondió a un llamado por una pelea en un bar en Maó el pasado sábado. Sin embargo, al llegar al lugar, en lugar de cooperar con los agentes, los individuos presentes se tornaron hostiles, abalanzándose sobre la patrulla policial y lanzando insultos de todo tipo.
Ante la gravedad de la situación y el temor por su integridad física, los agentes solicitaron refuerzos. Sin embargo, en ese momento, la única dotación policial disponible para cubrir la ciudad de Maó era la misma patrulla que estaba siendo atacada. Ante la falta de apoyo y la urgencia de la intervención, se solicitó la colaboración de la Policía Local. Sorprendentemente, según informes, la Policía Local se negó, argumentando que estaban ocupados con funciones relacionadas con la fiesta de Carnaval.
Debido a la falta de personal de apoyo y la gravedad de la situación, se dio la orden a la patrulla actuante de abandonar el lugar, dejando la situación sin control y generando un riesgo para la seguridad ciudadana.
El SUP reitera su denuncia sobre la crónica falta de personal en las Islas Baleares, advirtiendo que situaciones como estas perjudican la imagen policial y transmiten una sensación de impunidad a los infractores. Aunque en este caso los agentes no resultaron heridos, se destaca que la falta de planificación y coordinación durante eventos festivos como el Carnaval contribuye a la vulnerabilidad de la seguridad ciudadana.
El sindicato enfatiza que la falta de atracción de policías para trabajar en las Islas Baleares, combinada con la falta de previsión y coordinación, conlleva consecuencias graves. Exige una revisión urgente de los protocolos de seguridad y una planificación más efectiva en futuros eventos, a fin de evitar escenarios similares que podrían poner en peligro la integridad de los agentes y la seguridad de la comunidad.
