Las casas, las calles… se destruyen. Todo cambia, pero el recuerdo de los que habitaron y recorrieron, nunca muere”

Quien esto escribe, mecidas sus palabras al pie de un lienzo que recoge pensamientos y sensaciones de su libro, es quien así mismo se define como un “pintor entre dos mundos” EFRAÍN PÉREZ BALLESTEROS.

A Efraín tengo el placer de conocerle en el transcurso de acudir a una exposición suya organizada por mi buena amiga Lucía Duque en una sala de La Misericordia en Palma y la verdad es que pasé largo tiempo contemplando la luz de sus pinceles depositados sobre las telas.

Efraín consiguió captar en mi atención el hecho de contemplar cómo un cuadro puede hablarnos utilizando un lenguaje que proviene de ese sentimiento que nace en él mismo. Por entonces y mientras abandonaba el recinto expositivo comprendí que sus trabajos estaban alineados en un solo ser: literatura y pintura.

Cuando en 1964 lo que él creía iba a ser un paseo sin más “per sa nostra roqueta” vino a convertirse en su residencia habitual hasta el mismo día de hoy. Según ha manifestado en multitud de ocasiones, la luz que bendice las mañanas y los atardeceres de Mallorca es con quien se asocia para pintar y escribir sobre sus sensaciones e impactos depositados en esas manos que tanto usan el pincel como la pluma.

Y aparece otro gran amigo, Ruben Ávila, compañero de las penas y fatigas que definen a quienes compartimos tiempo para encontrar un artículo o un libro con los que lleguemos a entregarnos en el abandono de otros quehaceres. ¡Cuántas veces la desnudez de unos pensamientos volcados sobre un papel o un lienzo han tenido vuelos de incontestables realidades! Así era Rubén, por eso de su amigo Efraín dejó acuñadas unas palabras referidas a él y su querida Colombia: “Efraín es la voz de la conciencia, la voz clara y valiente del artista que ansía lo mejor para los creadores de su país, a quienes apoyan con su ejemplo y a los que busca afanosamente para difundir su obra en Europa”.

Y después el propio maestro alguna vez se ha manifestado diciendo que “Dar a conocer la pintura de los artistas colombianos en Europa es conservar la pintura histórica de su pueblo, para que no mueran y se pierdan sus costumbres y tradiciones, para que, en definitiva, el arte los devuelva a la vida y los perpetúe para siempre”.

Efraín me contaba a media voz, que nada de lo pintado y escrito hubiera sido posible sin Ángela, su compañera inseparable en el transcurso de una vida dicho y contado en cada rincón de sus obras.

Él mismo escribió: “Día 2 de Octubre de 2018, Ángela cumple 80 años, diversos sentimientos, profunda nostalgia del pasado, futuro incierto con ideogramas: amor, amistad, soledad, tristeza, esperanza, enfermedad, salud, alegría… Debo hacerle un regalo especial diferente al acostumbrado, noches de reflexión. ¡Lo encuentro! ¿Porqué no escribir sobre su vida haciéndole un homenaje por ser “la primera mujer cardiólogo de España? Y así lo hago, pero con peligro de protagonismo, dejo a una burrita amiga de Ángela, que por cierto era ciega, para que sea ella quien nos lleve a la cuna de sus ancestros en Mayorga de Campos y las maravillosas tierras de Castilla”. Y así nació “La burrita ciega”.

Y su libro, la burrita ciega lo inicia con una mezcla de historia, leyendas y sobre todo una gran dosis de dulzura. Solo son cuatro líneas y dos palabras de la quinta. Escuchen si no…

“Es verdad que nací ciega y que mucha gente dice que nosotros los asnos somos torpes y que solo servimos para cargar, no estoy de acuerdo pues, aunque ciega , no soy muda y puedo oír y percibir muchas cosas que ni siquiera los humanos pueden imaginar”

Esta burrita, real como la vida misma, fue la compañera sentida de Ángela desde su más tierna infancia.

Podríamos hablar horas y más horas sobre el maestro pero bastará con que leamos cualquiera de sus obras, incluso todas a la vez, para conocer más y mejor a quien tengo el honor de saludarle en su homenaje y reconocimiento de esta tarde.

EFRAÍN, permíteme una confesión: Yo respeto y amo a Colombia, tu tierra natal hermanada con mi España, y lo es hasta el punto de que hace unos años cuando fui invitado siendo el propietario y director de la emisora FIESTA FM, en el acto con el que iniciaban las tradicionales Novenas navideñas, y ante los problemas que se planteaban para obtener la nacionalidad de esta tierra, me despedí haciéndoles un ofrecimiento… Y dije… tengan por seguro que si me lo pidieran y fuera posible, con gusto y felicidad compartiría mi nacionalidad española con la de ustedes colombiana. Así lo dije en un ayer no lejano y así te lo repito hoy mismo Efraín.

A ti Maestro mi respeto y admiración por los logros conseguidos y cúmplanos garabateando sobre el papel y el lienzo durante muchos, muchísimos años más.

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