Rompiendo el silencio: La mujer maltratadora en la sociedad actual

En las últimas décadas, la sociedad ha dado pasos significativos para abordar y visibilizar el maltrato que sufren las mujeres en el ámbito doméstico y de pareja. Se han promovido campañas de concienciación y se han implementado leyes para proteger a las víctimas. Sin embargo, en medio de estos avances, es importante recordar que el maltrato en las relaciones no es exclusivo de un género. En la actualidad, también existen mujeres que ejercen violencia sobre sus parejas, tanto física como psicológicamente, pero esta realidad se mantiene en gran medida silenciada y oculta en la sociedad.

La mujer maltratadora y el estigma social:

El maltrato ejercido por mujeres hacia sus parejas masculinas es un tema tabú y poco discutido en la esfera pública. Cuando se menciona este tipo de violencia, muchas veces se encuentra con incredulidad y desestimación, lo que puede dificultar que las víctimas masculinas denuncien y busquen ayuda.

El estigma social que rodea a la mujer maltratadora se basa en estereotipos de género arraigados en la sociedad, donde se asume que las mujeres son inherentemente más débiles y pasivas, incapaces de infligir daño a sus parejas. Esta percepción errónea ha contribuido a que la violencia perpetrada por mujeres sea ignorada o minimizada, lo que hace que las víctimas masculinas se sientan avergonzadas y aisladas.

Formas de maltrato psicológico:

El maltrato psicológico puede ser igual de devastador que el maltrato físico y puede tener efectos duraderos en la salud mental y emocional de la víctima. Algunas formas de maltrato psicológico que las mujeres pueden ejercer sobre sus parejas masculinas incluyen:

Manipulación emocional: Utilizar tácticas como el chantaje emocional, la culpa o la victimización para controlar a la pareja.
Desvalorización: Constantes críticas, menosprecios y humillaciones que socavan la autoestima del compañero.
Control excesivo: Monitorear y controlar todas las acciones de la pareja, incluyendo sus actividades, redes sociales y finanzas.
Intimidación y amenazas: Utilizar el miedo como medio para ejercer poder y control sobre la pareja.

Consecuencias para las víctimas:

Es crucial entender que el maltrato, independientemente del género del perpetrador, tiene consecuencias devastadoras para las víctimas. Los hombres que sufren violencia en manos de sus parejas pueden enfrentar dificultades para comunicar su situación, ya que existe la percepción errónea de que no deberían ser vulnerables o que deben ser capaces de defenderse. Como resultado, las víctimas masculinas pueden sentirse atrapadas y sin recursos para buscar ayuda.

Caminando hacia una sociedad más equitativa:

Es fundamental promover la igualdad de género y tratar el maltrato como un problema humano, independientemente del género del agresor o de la víctima. Para lograr esto, se necesitan cambios en la educación, la sensibilización y las políticas públicas.

Educación y concienciación: Fomentar la educación sobre relaciones saludables y el respeto mutuo en todas las etapas de la vida.
Recursos para las víctimas: Garantizar que haya servicios y apoyo disponibles para todas las personas que sufren maltrato, independientemente de su género.
Destacar historias de sobrevivientes: Escuchar y dar voz a las experiencias de los hombres que han sido víctimas de maltrato para eliminar el estigma y romper el silencio.

La vergüenza de los hombres víctimas del maltrato

El maltrato por parte de una pareja, ya sea físico o emocional, es una situación dolorosa y desgarradora que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su género. En el caso de los hombres que experimentan este tipo de maltrato por parte de sus parejas mujeres, se enfrentan a una carga adicional de estigmatización y vergüenza debido a los estereotipos de género arraigados en nuestra sociedad.

A menudo, los hombres que sufren este maltrato se sienten atrapados en un ciclo de abuso, llenos de temor, confusión y aislamiento. Pueden sentirse avergonzados por no poder protegerse a sí mismos o por no cumplir con las expectativas tradicionales de masculinidad que sugieren que deben ser fuertes y resistentes. Esta vergüenza a menudo les impide buscar ayuda o apoyo, ya que temen el estigma social que rodea a los hombres que son víctimas de abuso por parte de sus parejas.

Suicidio

En algunos casos extremos y lamentables, documentados a lo largo del tiempo, la vergüenza y la incomprensión de la sociedad han llevado a hombres a tomar decisiones desesperadas, como el suicidio. Es crucial que comprendamos que la violencia doméstica y el abuso no tienen género; pueden afectar a cualquiera. La sociedad debe ser más comprensiva y empática con aquellos que están pasando por situaciones tan difíciles, independientemente de su género.

Para abordar este problema de manera efectiva, es esencial promover la igualdad de género, sensibilizar sobre la violencia en las relaciones y proporcionar recursos y apoyo a todas las víctimas, sin importar su género. Todos merecen vivir en entornos seguros y libres de abuso, y debemos trabajar juntos para eliminar el estigma que impide que las víctimas busquen la ayuda que necesitan para sanar y recuperarse.

La violencia de pareja ejercida por mujeres es una realidad que no debe ignorarse. Al igual que en el caso del maltrato hacia las mujeres, esta problemática necesita ser abordada con seriedad y empatía. Romper el silencio en torno a la mujer maltratadora es un paso fundamental para avanzar hacia una sociedad más equitativa y compasiva, donde todas las personas puedan vivir libres de violencia y respetando sus derechos fundamentales.

PD: Si habéis sufrido este maltrato, escríbeme a mi email director@periodicodebaleares.es, contarme vuestro caso y lo pondremos sin vuestro nombre. En breve se contara una historia real, de una maltratadora que se alío con su hija para hacer la vida imposible al que fue su pareja.