Empatía: un puente hacia la comprensión y la conexión humana

Palabra muy utilizada hoy día en los diálogos de muchas personas, cuestionando sobre todo, la falta de ésta, para con nosotros, o cara a los que nos rodean.

La empatía, es aquella cualidad de tener la capacidad de ponerse en la piel de los demás como en la de uno mismo, la capacidad de comprender aquello que está afectando a la otra persona, haciéndola sentir que estás ahí, a su lado, que comprendes lo que le pasa, y no solo eso, sino que le das tu apoyo moral, estando a su lado, acompañándola en su a veces desespero, a veces sentimiento de incomprensión.

La empatía es vivir el dolor del otro, entender su frustración de no ser comprendido, y acompañarlo en momentos de necesidad sin abandonarlo, de hacerle saber que no está solo.

A lo largo de nuestras vidas es totalmente normal que vivamos situaciones en las que nos sintamos incomprendidos, donde sintamos que no se está haciendo justicia para con nosotros, anhelando comprensión y apoyo.

Muchas veces ,incluso, haciéndonos un sin fin de preguntas tipo:

  • ¿Cómo puede ser que no se esté dando cuenta de lo mal que lo estoy pasando?.
  • ¿Será que no estoy en lo correcto en mi pensamiento?.
  • Yo no actuaría de esa manera en caso contrario.
  • ¿Qué pude hacer, para que esta persona no tenga ninguna empatía conmigo?.
  • ¿Porqué conmigo no es empático y con otras personas si?

Entre otras muchas preguntas

¿Es innata la empatía o se aprende?

La empatía no es innata (no nacemos siendo empáticos). Es una habilidad que se aprende y se cultiva a lo largo de los años. Aquellos que carecen de ella, la pueden trabajar, pues existen diferentes maneras para ello, siendo la más importante la escucha activa, (no sólo en las palabras), sino también en saber escuchar el alma, y donde los datos adquieran mayor importancia que las opiniones. También la lectura y ver películas, o la exposición a diversas experiencias humanas, puede ayudar a trabajarla.

Pero, ¿es tan importante sentir la empatía en los demás?

Por supuesto que si, sin duda.

Por más independientes, fuertes, ricos… que seamos, necesitamos sentir que la humildad existe, que podemos ser importantes para otra persona, que nos valoran y nos escuchan.

Todo ser humano necesita de la comprensión, del cariño, respeto, interacción… el sentirnos comprendidos nos hace sentir bien, y nos hace el camino más agradable y ameno, acompañados del calor que nos envuelve de la otra persona.

Si nos nace adentrarnos en el sentimiento ajeno, es que no estamos tan lejos, más bien, estamos muy cerca.

Marshall Rossemberg decía, la empatía es ver el mundo a través de los ojos del otro, y no ver nuestro mundo reflejado en sus ojos.

Una conexión emocional fuerte, sobre todo en un momento flojo, puede convertirse en un lazo de amistad verdadera e incluso para toda la vida. Nos puede acercar más una acción de escucha y comprensión, que muchas acciones donde la distancia no se encuentra en la lejanía, sino en una distancia emocional, donde no somos capaces de ver aunque podamos ver, ni de adentrarnos en esa vivencia, a veces incluso, por cobardía, por no repetir unos roles que nos marcaron en un momento de nuestras vidas, y que no fueron agradables para nosotros.

Nos recuerda que aunque nacemos solos y morimos solos, nuestra capacidad para conectar con los demás, (con la naturaleza, los animales, las personas e incluso con cosas materiales) es lo que dará significado y plenitud a nuestras vidas, que de alguna manera, necesitamos, para sentirnos plenamente llenos.

Si algo no está en conexión con nosotros no lo queremos cerca, pero si ese algo lo está, no lo querremos dejar escapar.

Empatía. palabra que no debería faltar en nuestro diccionario emocional. pilar fundamental de nuestra existencia.

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