Martes 13: Entre la mitología, religión y coincidencias históricas

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«En martes 13 ni te cases ni te embarques” es un refrán archiconocido en los países de habla hispana. El miedo a los martes o viernes que caen en este número es una superstición que algunos creen, otros ridiculizan y muchos simplemente ignoran. Su origen se encuentra en una serie de referencias que se remontan a la mitología de la Antigüedad, a las religiones abrahámicas y a algunas coincidencias históricas.

El numero 13 connotaciones negativas

El número 13 ha sido portador de connotaciones negativas a lo largo de la historia, arraigándose en diversas culturas y religiones. En la Cábala judía, por ejemplo, se le atribuyen a este número la presencia de 13 espíritus malignos, consolidando su asociación con fuerzas oscuras. Además, en esta tradición, el 13 está vinculado al carnero, la víctima que Abraham estaba destinado a sacrificar a Dios, otorgándole así un carácter funesto y relacionándolo estrechamente con la muerte.

En la narrativa cristiana, el número 13 también es portador de malos presagios. Se destaca el hecho de que trece fueron los comensales en la Última Cena, un momento crucial en la vida de Jesús. El Anticristo hace su aparición simbólica en el decimotercer capítulo, consolidando la asociación del 13 con eventos apocalípticos y nefastos.

La mitología vikinga no escapa a esta tendencia, ya que el número 13 se asocia con Loki, un dios conocido por su traición y caos. Considerado como poco fiable y propenso a la calamidad en diversas culturas, reflejando una percepción negativa arraigada.

La conexión entre el martes 13 y la mala suerte proviene de la asociación con Marte, el dios romano de la guerra. Los romanos creían firmemente en la influencia divina en su vida diaria, evitando actividades auspiciosas como bodas o negocios bajo la regencia de un dios asociado con la violencia y los conflictos. La combinación del martes y el trece como una fecha de mala suerte provendría de la fusión de la tradición romana con la cristiana. Asociado a veces con la caída de Constantinopla en manos de los otomanos en 1453, pero se trata de una creencia errónea, ya que el asalto final se dio el 29 de mayo.

Por su parte, un viernes 13 fue la fecha en la que, según la tradición, fue crucificado Jesús. A este episodio se suma uno que efectivamente aconteció en dicha fecha, en concreto el 13 de octubre de 1307: el inicio de la persecución contra los caballeros templarios, que acabaría con la destrucción de la orden.

La fobia al viernes 13 es más común en la mayoría de los países europeos y, por influencia cultural, también en América. En cambio, el miedo al martes 13 es más específico de los países hispanohablantes y algunos otros.

En otras culturas es otro número

El 13 no es el único día que carga con el estigma de la mala suerte. En diversas culturas, diferentes números y fechas también se ven envueltos en supersticiones arraigadas. En Italia, por ejemplo, el viernes 17 es considerado de mal augurio. Esta creencia tiene sus raíces en la cultura romana, donde el número se representa como XVII en numerales romanos. Al reorganizar las letras, se forma la palabra «vixi» en latín, que significa «viví», implicando estar muerto.

Culturas de Japón y China

En Japón y China, la cifra prohibida es el número 4 en general, ya que su pronunciación original es «shi», que también significa muerte. La aversión al número 4 en Japón es tan fuerte que se ha creado una lectura alternativa, pronunciándolo como «yon» para evitar la asociación con la palabra «muerte».

Las supersticiones sobre números y fechas varían en cada cultura del mundo. Probablemente, si examinamos con detalle, ningún día del mes estaría completamente libre de alguna forma de culpa o superstición. La diversidad de estas creencias refleja la riqueza cultural y la fascinante variedad de perspectivas que existen en nuestro vasto mundo.

La estigmatización del número 13

El número 13, a lo largo de la historia, ha sido víctima de una estigmatización que trasciende diversas tradiciones y culturas. Este numeral ha sido asociado con fuerzas malignas, eventos trágicos y figuras traidoras, generando una carga simbólica que persiste hasta el día de hoy.

Desde antiguas mitologías hasta modernas supersticiones, el número 13 ha sido objeto de temor y precaución. En muchas tradiciones, se le considera un presagio de mala suerte, llevando consigo la sombra de desastres inminentes. En la cultura popular, la aversión hacia el número 13 ha llevado a la omisión de este dígito en la numeración de algunos edificios, pisos y habitaciones, así como en la asignación de asientos en eventos importantes.

Esta estigmatización ha permeado la percepción colectiva, influyendo en la manera en que se aborda el número 13 en la vida cotidiana. La persistencia de la superstición en torno a este numeral ha llevado a rituales y precauciones específicas en algunos casos, como evitar realizar ciertas acciones o tomar decisiones importantes cuando la fecha incluye el temido número.

Mala suerte asociada

A pesar de la falta de evidencia científica que respalde la creencia en la mala suerte asociada con el número 13, la carga simbólica persiste en la mente de muchas personas, demostrando la poderosa influencia que las supersticiones pueden tener en la sociedad.

La estigmatización del número 13 es un recordatorio de cómo las creencias culturales afectan nuestras actitudes y comportamientos a lo largo del tiempo, influyendo en nuestra vida diaria.

Desafía este día con valentía

Aquellos que se atreven a desafiar las normas establecidas, surge la oportunidad de enfrentar la mala suerte del martes 13 con audacia. Enaltezcamos la rebeldía contra los malos presagios, convirtiendo cada desafío en una victoria.

En el banquete de la vida, cuando te encuentres sentado en tu mesa o compartiendo momentos en cualquier restaurante junto a los tuyos, abraza la valentía y deshazte de los temores. Brinda con agua, el líquido preciado que simboliza pureza y vida. Que el tintineo de los vasos sea la sinfonía de tu osadía, desafiando las supersticiones que intentan opacar nuestra celebración.

No temas alzar tu copa, pues en cada sorbo y en cada brindis con agua, forjas tu propio destino, desafiando el estigma del martes 13 con determinación. Que la rebeldía sea tu escudo contra la negatividad, y que la frescura del agua sea el elixir que purifica cualquier presagio sombrío.

En este desafío a las creencias limitantes, celebremos la fortaleza que reside en la valentía de desafiar lo establecido.

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