La campaña electoral se enciende: Carteles, engaños y el desvanecimiento de partidos

La pegada de carteles marca el inicio de una intensa campaña electoral, y en esta ocasión se destaca un denominador común: el nombre de Pinocho asociado al aún presidente Pedro Sánchez. Los carteles reflejan dos bloques claramente enfrentados, cada uno con su mensaje y propuestas.

Uno de los bloques se caracteriza por presentar promesas que parecen difíciles de cumplir, como la propuesta de Yolanda Díaz y su partido «Frankestein de Sumar». Entre sus propuestas, destacaba la idea de dar 20.000 euros a los jóvenes de 18 años. Esta promesa generó polémica y críticas, ya que muchos consideraron que se trataba de una estrategia para comprar votos. Surgieron preguntas acerca de la viabilidad económica de esta propuesta y de dónde se obtendría el dinero necesario. Algunos incluso ironizaban sobre la posibilidad de que el dinero creciera en los árboles.

Por otro lado, se cuestiona la veracidad y honestidad de Pedro Sánchez, deseando tener un presidente que no mintiera y que no engañara a sus propios votantes. Se hace hincapié en la falta de confianza que ha generado entre la población y se pone en duda su credibilidad.

En el panorama político, se observa que dos partidos, Podemos y Ciudadanos, han desaparecido prácticamente. En un principio, estas formaciones surgieron como alternativas frescas y novedosas que muchos ciudadanos apoyaron. Sin embargo, con el paso del tiempo, se vieron envueltos en incoherencias y contradicciones internas que los llevaron a perder apoyo y relevancia, hasta quedar en la sombra de la nada.

Ante este escenario, se augura una campaña electoral de un nivel muy bajo, especialmente por parte de la izquierda política. Se hace referencia a la estrategia utilizada en la campaña de Felipe González, del PSOE, quien instaba a tener miedo al que luego se convertiría en presidente, José María Aznar, del Partido Popular. Se critica el uso del miedo como herramienta por parte de la extrema izquierda para obtener votos, generando un ambiente de confrontación y polarización en el espectro político.

Una campaña electoral llena de acusaciones, promesas cuestionables y una polarización que amenaza con ensombrecer el debate político y alejarlo de propuestas sólidas y constructivas. Donde no deberián presentarse a estos comicios los herederos de ETA EHBildu, y toda la facción de independentistas, pero esto es España, y parece que pegar tiros en la nuca a Guardia Civiles, Policías, Militares, políticos y personas inocentes, se aplaude y pueden conseguir tener un cargo público, en que sociedad nos estamos convirtiendo.