Bienvenido y muchas gracias por la oportunidad que me das para esta entrevista.

Gracias a ti, Carlos, es un honor para mí.

ESCRITOR: JUAN ANTONIO RODRÍGUEZ

LIBROS: IN NOMINE DEI (ECU, 2012), PROSTIBULUM (ECU, 2016) y TIERRA DE ESPERANZA (CALIGRAMA, 2020)

¿QUIÉN ES EN REALIDAD JUAN A. RODRÍGUEZ?

Juan Antonio es un hombre sencillo, humilde, muy amigo de sus amigos, y que gusta del buen humor, el rock de los años 70 y 80 y enredarse en la lectura de un libro de historia, a ser posible con un café o una copa de buen vino tinto en mano. Los que me conocen bien saben que esa sencillez y esa humildad son tan reales y me definen tan bien como la autoexigencia y la obsesión por la perfección, el orden y un (mi) método, ¡algo casi rayano en lo patológico! Mis amigos se mofan de mi necesidad del orden y la pulcritud recordándome que un psiquiatra no dudaría en diagnosticarme de Trastorno Obsesivo Compulsivo. Me gusta comer bien (lo que me obliga a hacer deporte para mantenerme más o menos en forma) y me encanta probar platos muy elaborados, con sabores nuevos y delicados, lo que no quita que también sea un fanático de la pizza, la paella o de unos buenos huevos rotos.

APARTE DE ESCRIBIR, ¿CUÁLES SON TUS PASIONES?

Bueno, lógicamente la principal, antes incluso que escribir, mi verdadera pasión es la lectura. De hecho, creo que no se puede escribir sin ser un ávido lector. Además, me entusiasma la radio musical (hasta el punto de que fue a lo que me dediqué durante gran parte de mi vida) y escuchar mi música en casa. Nada como un buen equipo y una buena colección de discos… Y, por último, me apasionan mi mujer y mis hijos, intento pasar con ellos todo el tiempo que puedo.

¿QUÉ ESTUDIASTE?

Desde luego, menos de lo que debería haber estudiado, ahora me doy cuenta… Yo tuve la suerte y el privilegio de estudiar y licenciarme en Historia e Historia del Arte en la UIB, pero no es de ahí de donde procede mi pasión por la lectura y la escritura. En mi opinión, en contra de lo que creen muchos, no es necesario haber estudiado algo en profundidad para poder escribir sobre ello. Por esa regla de tres, todos los grandes autores deberían ser licenciados o contar en su haber con un doctorado específico, y no es así. Siempre he pensado que hay personas cultas, otras que son inteligentes, unos pocos que son ambas cosas y muchos que jamás llegarán a nada de eso, pero todo el mundo es capaz de contar una buena historia. Si alguien tiene una que quiera compartir, ganas de escribir y dedicarle (mucho) tiempo a su pequeño proyecto, puede hacerlo.

¿RECUERDAS EL PRIMER LIBRO QUE LEÍSTE?

¡Cómo olvidarlo! Se titulaba “Tocón con Anibal” y su autor fue Aldo Berti (Edaf, 1974). Aún conservo la colección completa que recogía las aventuras de Tocón, un joven pelirrojo que de forma casual se hallaba presente en algunos de los momentos más trascendentales de la historia, como el que narraba ese primer libro que leí, allá por los primeros años 80, junto al general Aníbal Barca. Fue todo un reto, ¡mi primer libro leído íntegramente! Y desde luego también toda una corriente eléctrica que terminó por recorrer mi infantil cuerpo, estallando en aquella joven e impresionable mente de apenas 8 o 9 años.

¿CÓMO EMPEZASTE A ESCRIBIR?

Después de trabajar 12 o 13 años como locutor de radio, llegó el día que por falta de tiempo tuve que dejar un oficio que había convertido no sólo en mi profesión, sino también en mi verdadera pasión. Al hacerlo, pronto me di cuenta de que echaba terriblemente de menos comunicar, crear, compartir, pues todo eso era para mí la RADIO. Era ARTE. Así que decidí entretenerme escribiendo algún capítulo sobre mi otra pasión, la HISTORIA, y más concretamente la historia de la Edad Media.

Un día me di cuenta de que ya llevaba 40 páginas escritas de lo que parecía ser un guion, así que decidí compartirlo con un buen amigo, rogándole que me dedicara una hora de lectura. ¡Qué sorpresa me llevé cuando mi buen amigo, al que creía que iba a martirizar con aquel compromiso, me manifestó que le habían encantado aquellas primeras páginas! Aquello me animó a seguir escribiendo y dos años después tenía terminado el primer manuscrito de la que fue mi primera novela, IN NOMINE DEI. Luego llegó el infierno de dar con una editorial que apostara por mi criatura…

¿DE DÓNDE VIENE TU AFICIÓN A LA LITERATURA?

Al principio pensaba que no sería capaz de lograr “juntar letras”, pues así es como empecé sintiéndome al principio, cuando aún no había asumido que podía llegar a ser capaz de escribir un libro con coherencia y una trama lógica y legible. Luego llegaron dos libros más…

Tengo claras mis influencias literarias, pero el germen de mi afición por la lectura y la escritura se lo debo a las fantásticas creaciones de Uderzo y Goscinny, Francisco Ibáñez, Julio Verne, Alejandro Dumas o Aldo Berti entre muchísimos grandes maestros más. Todos ellos me impresionaron profundamente durante mi infancia. Fue con ellos con los que empecé a aficionarme a la lectura. Cuando, entre muchos otros, irrumpieron en mi vida Arturo Pérez-Reverte, Santiago Posteguillo, Noah Gordon, Umberto Eco, Dan Brown y, sobre todo, Ken Follett, fue cuando decidí que yo también quería escribir sobre la historia, aunque aún no sabía si sería capaz de hacer algo más que “juntar letras”. Creo que terminé por conseguirlo…

¿QUÉ GENERO LITERARIO ESCRIBES Y QUE OTRO GÉNERO TE GUSTARÍA ESCRIBIR?

Esta pregunta es fácil. Escribo novela histórica y siempre he sabido que no me apetece escribir sobre otro género. Me apasiona la historia y me enloquecen las novelas que son capaces de trasladarme a otra época pasada, así que no hay duda al respecto. No tengo el corazón necesario para la poesía, me aburre la fantasía (a excepción de la de George R. Martin y la de J. R. R. Tolkien), no me creo el thriller ni el terror y no sé lo suficiente para el ensayo, por lo que sé que estoy escribiendo lo que realmente me llena.

¿PLANIFICAS LAS HISTORIAS AL DETALLE ANTES DE ESCRIBIRLAS O LAS DEJAS SURGIR SOBRE LA MARCHA?

Sí, totalmente. Lo del proceso creativo, la planificación, el guion, etc. son metodologías muy personales. Comprendo que un escritor de novela histórica pueda crear un gran libro sin apenas planificación ni guion. Pero no lo comparto. O, al menos, no soy capaz.

Como he dicho antes, para mí el “método” es sumamente importante y responsable de que un libro tenga coherencia y esté bien escrito o no, aunque haya grandes autores que no lo precisen para crear obras maestras. Y mi método pasa por escoger y desarrollar una buena idea (debe empezar por resultar interesante para mí), documentarme sobre su “entorno histórico”, confeccionar un extenso guion, desarrollar perfiles de personajes, descripciones paisajísticas, interiores, etc. Sin orden ni concierto (al menos yo) soy incapaz de construir una casa sólida, y aquí no entro en si esa casa gusta o no gusta a los demás. Pero indiscutiblemente siempre será sólida.

¿ELEGISTE TÚ LA EDITORIAL O ELLA A TI?

Yo, claro. Me encanta CALIGRAMA. Es una gran editorial que depende del gigante grupo editorial Penguin Random House, pero sobre todo me decanté por Caligrama porque mi gran amiga Rafaela Cano me la recomendó. Gracias a ella pude llegar a conocer una editorial que apuesta por autores nóveles o desconocidos y su profesionalidad y calidad en la obra final (lo que incluye maquetación, corrección, asesoramiento editorial, distribución, etc) es superior a otras editoriales que he conocido.

¿CÓMO TE HACES NOTAR HOY EN UN MUNDO EDITORIAL TAN SOBRESATURADO?

Bueno, por un lado, es la editorial la que te promociona en redes y medios de comunicación, pero también es verdad que eso termina resultando insuficiente, lo que me empuja como autor a “auto promocionarme” fundamentalmente en redes sociales: Facebook, Instagram, Twitter, YouTube… ¡e incluso Spotify! A parte, claro está, haciendo presentaciones y firmas de ejemplares en librerías, aprovechando fechas señaladas como ferias del libro, Sant Jordi, Navidades, etc. No hay que perder de vista la máxima de que “si no te publicitas, no existes”.

¿TIENES ALGÚN AUTOR FAVORITO, ALGUIEN A QUIEN TENGAS COMO REFERENTE?

Sí, ya lo creo. Mis “Dioses” particulares serán siempre el gran Arturo Pérez- Reverte y Santiago Posteguillo entre los nacionales, y Ken Follett o Edward Rutherfurd entre los internacionales.

¿QUÉ CONSEJO DARÍAS A NUESTROS LECTORES QUE SUEÑAN CON SER ESCRITORES?

Que lo intenten, que no dejen de soñar, que escriban y no lo escondan ni lo guarden en un cajón. Que avancen y no desfallezcan. La luz al final del túnel está para todos los escritores si consiguen finalizar su obra. Esa luz no brilla para todos por igual, pero hay luz ahí al fondo. Soy de la opinión de que con lucha, con tenacidad, fortaleza y templanza se alcanza todo en esta vida.

¿CUÁL ES LA MEJOR EXPERIENCIA QUE HAS TENIDO HASTA EL MOMENTO CON UN LECTOR?

No es fácil contestar a eso… He tenido varias que han resultado absolutamente inolvidables, y todas ellas con lectores que han quedado maravillados con lo que he escrito. Pero voy a escoger justo lo contrario: en cierta ocasión, realizando un club de lectura sobre mi segunda novela (Prostibulum , Editorial ECU) una lectora, justo antes de concluir, reconoció que tuvo que dejar de leer mi novela por la mitad. No llegó a concluirla. Cuando comprendí lo que había pasado, supe que no se trataba de una anécdota a olvidar, pues aquella pobre mujer se había metido tanto en una escena (muy dura) que, sintiéndose identificada, le hizo sufrir de tal manera que no pudo dormir una noche. Al intentar retomar la lectura al día siguiente le volvió a suceder lo mismo y terminó por desistir, aunque me reconoció que la novela le estaba gustando muchísimo hasta que llegó a la escena de la violación. Es decir, aunque le gustaba la lectura, tuvo que abandonarla. Fue cuando supe que había sido capaz de describir aquella escena con tanto realismo que la pobre mujer había empezado a sufrir.

Lo recuerdo como una anécdota muy interesante, pues lejos de interpretarla como una crítica, me hizo darme cuenta de que ella reconocía la calidad descriptiva del libro. Hoy quizás optaría yo mismo por eliminar esa escena…

¿CUÁNTO TIEMPO DEDICAS A ESCRIBIR?

¡Menos del que me gustaría! Escribo en mi despacho. Necesito estar cómodo, con mi portátil, mi mesa de despacho, mi confortable silla y mi taza de café. Si es en verano, me encanta escribir en mi terraza, con vistas al jardín, la piscina… El momento ideal es la noche, cuando los niños ya duermen, es cuando más y mejor me concentro. Necesito silencio y que suene flojito de fondo o en los auriculares mi música tradicional irlandesa para viajar mentalmente. En cuanto al tiempo, depende de la época del año. Si es durante mis periodos vacacionales, suelo dedicarle seis o siete horas al día, pero eso es sólo durante 6 o 7 semanas al año. El resto consigo arañarle, a mi día a día, dos o tres horas. Eso sí, necesito escribir todos los días de la semana, sin descanso.

¿ERES SENSIBLE A LA CRÍTICA LITERARIA?

Sí, debo reconocer que pongo tanto de mí en mis libros que me duele en lo más profundo de mi alma una crítica negativa. Afortunadamente han sido muy pocas y cuando llega alguna intento discernir si viene de un desalmado con ánimo exclusivamente de hacer daño, de un crítico literario, de un editor, de un amigo o de un lector desconocido. Generalmente no las encajo muy bien. Deportivamente, sí, pero me calan hasta el tuétano, salvo cuando proviene de alguien que ves claramente que no se ha leído el libro que pretende criticar. Tampoco me he encontrado con ningún crítico literario que hable mal de mis libros, pero cuando llegue el primero intentaré recordar que suele tratarse de alguien que cobra por destruir en 4 minutos lo que me ha costado soñar y construir 4 años.

Los editores, por norma general, suelen orientarte más que criticarte, los amigos suelen acariciarte los oídos (que no va mal tampoco) y creo que la que más me afectará, si llega, es la crítica negativa de un lector desconocido que se haya comprado el libro con ilusión y le haya decepcionado. No voy a saber qué decirle cuando llegue el primero…

HÁBLANOS DE TU ÚLTIMO LIBRO, DE “TIERRA DE ESPERANZA” TIERRA DE ESPERANZA

Es un relato ambientado en la Irlanda rural de la segunda mitad del s. XIX. La historia transcurre entre los años 1857 y 1893, cuando la Gran Hambruna obligó a casi dos millones de irlandeses a emigrar a Estados Unidos o Canadá y acabó con la vida de otros casi 2 millones más. Se trata de una emotiva novela en la que se tratan temas como la muerte (por inanición), la emigración forzada, el abuso del alcohol, los horrores de la Guerra de Secesión americana, la fiebre del oro en California, el sindicalismo en Norteamérica o la rebeldía y el orgullo republicano irlandés de la mano de los fenianos y el IRB (lo que en el s. XX conoceríamos como IRA).

En mi opinión, TIERRA DE ESPERANZA es una novela dura, real como la vida misma y gris, aunque también está salpicada de colores, con las geniales aportaciones de algunos de sus personajes. Todo ello está adobado con una detallada y cariñosa descripción de la Irlanda profunda y rural, sus costumbres, su música y sus tradiciones, o una impactante descripción del modo de vida en los barrios bajos durante el nacimiento de la ciudad de Nueva York.

Un viaje a la Irlanda del del s. XIX

Con TIERRA DE ESPERANZA el lector puede viajar a esa Irlanda hambrienta del s. XIX para presenciar el amor por sus hijos de unos padres desesperados por la falta de trabajo y el hambre, pero también el peligroso Nueva York de las primeras bandas armadas y los todopoderosos y corruptos grupos políticos, o la polvorienta California y la carrera y la ambición por el oro que se vivieron en ella hace más de 150 años. Así, el lector podrá presenciar la lucha por los derechos sindicales, el horror de los peligrosos viajes en barco a través del Atlántico, o la sinrazón de la guerra, entremezclados con la ira (aún en minúscula) contra la tiranía inglesa y la trama por el asesinato de un grande inglés, en una novela apasionante e inspirada en la canción que lleva por nombre la del pueblo irlandés Kilkelly (condado de Mayo).

Creo que todos esos ingredientes hacen de TIERRA DE ESPERANZA un elaborado y delicioso plato al más puro sabor de un buen Irish stew. Además, en TIERRA DE ESPERANZA hay una clara columna que vertebra todo el relato: las cartas que un padre dirige a sus hijos emigrados a Nueva York durante la hoy conocida como Gran Hambruna irlandesa. Esas cartas son auténticas, es decir, se trata de un relato inspirado en hechos reales y que cuenta con unas cartas que existen y que se escribieron durante 40 años en el siglo XIX. Muchos de los detalles de los protagonistas aparecen en esas cartas. Otros muchos detalles los descubrí durante mis tres viajes a Irlanda. Sus rasgos, su carácter, su espíritu, sus paisajes… Debió ser una tortura para mi familia acompañar a un hombre que sólo dejaba la libreta de apuntes para coger su móvil y emplearlo a modo de grabadora. Creo que saqué más de 2000 fotos en mi último viaje…

¿DE DÓNDE SALIÓ LA IDEA PARA TU NOVELA?

Cuando no era más que un impresionable adolescente me enamoré de la canción “ Kilkelly, Ireland ” de Moloney, O ́Connell & Keane, pero entonces yo no sabía inglés (hoy sigo sin ser precisamente un Lord de las Cámaras, pero algo mejor me manejo con la lengua de Shakespeare). Así comenzó mi pasión por la música “celta” (que me ha hecho llegar a coleccionar más de 300 discos de folclore tradicional irlandés y de otras naciones celtas) y cómo me enamoré de aquella canción. Poco después empecé a trabajar como locutor de radio y crítico musical y cuando dejé esa profesión empecé a escribir libros.

Tras dos novelas ambientadas en la Edad Media decidí retomar mi pasión por Irlanda y su música y recordé la letra de aquella canción que tan hondo me caló, sus cartas y el drama que escondía tan maravillosa composición, grabada por numerosos folksingers que la han convertido en la canción más famosa sobre la Gran Hambruna de Irlanda, uno de los episodios más tristes y lamentables que ha conocido ese país en su historia. Sin duda, la canción rememora la desesperada situación que debió pasar aquella diezmada población irlandesa de mediados el s. XIX, algo que yo también quise reflejar en la que supone ser mi tercera novela.

¿ALGÚN OTRO PROYECTO EN PREPARACIÓN?

¡Sí! La continuación de mi tercera novela, TIERRA DE ESPERANZA, que ya sé cómo se llamará: TIERRA DE REBELDÍA. Con ella viajaremos de nuevo a Irlanda, pero la del nuevo siglo XX. El relato está concluido y presentado al editor, ojalá le convenza y cautive tanto como a mí…

MUCHAS GRACIAS POR ESTA ENTREVISTA

En absoluto, Carlos, gracias a ti y al Periódico de Baleares por darme la oportunidad de llegar hasta mis lectores. A todos os invito a leer TIERRA DE ESPERANZA. Poneos cómodos en vuestro asiento en primera clase de este vuelo Airlingus con destino a Dublín. Sed bienvenidos a la Irlanda de 1858. ¡Gracias a todos por contribuir a que mi sueño se haga realidad!.

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