Entre la libertad y la nada: Diálogo existencial entre Ortega y Sartre
Tal vez, la clave de existir, esté primero en definir qué es lo que realmente existe más allá de la consciencia y compresión de lo que creemos observar que existe.
¿Algo existe por formularse la pregunta de su existencia?
Un día se encontraron en un bar dos significativos filósofos existencialistas, uno español y el otro francés…
José Ortega y Gasset: ¿Qué tal, Jean Paul? Te veo más existencialista que nunca.
Jean Paul Sartre: Bueno, José, siempre he sido un amante de la angustia existencial y de la libertad absoluta.
José Ortega y Gasset: ¡Ah, la libertad! Esa eterna preocupación tuya. ¿No crees que a veces te pierdes en tus propias abstracciones?
Jean Paul Sartre: Quizás, pero prefiero estar perdido en mis abstracciones que encontrar un refugio en la comodidad de la existencia cotidiana.
José Ortega y Gasset: ¡Ja! Eso suena como una excusa para no enfrentarte a la realidad.
Jean Paul Sartre: Y tú, José, ¿sigues pensando que «yo soy yo y mi circunstancia»?
José Ortega y Gasset: Por supuesto, pero al menos yo no me ahogo en la desesperación de la nada.
Jean Paul Sartre: ¡Tocayo, la nada es la esencia misma de la existencia!
José Ortega y Gasset: Bueno, cada loco con su tema. Pero admitirás que al menos yo soy más fácil de leer que tus interminables diatribas sobre la libertad y la nada.
Jean Paul Sartre: Touché, José. Pero al menos mis diatribas tienen un cierto… ¿cómo lo diría… je ne sais quoi?
José Ortega y Gasset: Sí, un je ne sais quoi de exasperación. ¡Vamos, Jean Paul, brindemos por nuestras divergencias filosóficas y por la eterna búsqueda de sentido en este absurdo mundo!
Jean Paul Sartre: ¡Por supuesto, José! A la libertad, la nada y a nuestros eternos debates sin sentido.
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