UGT afirma que las familias de Baleares viven mal pese a los récords de empleo
UGT ha afirmado este lunes que las familias de Baleares “viven mal” tras analizar los datos de paro y afiliación del mes de abril, publicados hoy por el Ministerio de Empleo y el de Seguridad Social, que muestran nuevos récords de cotizantes y de contratación indefinida y mínimos en el número de personas paradas.
Así, la portavoz de la gestora de UGT Islas Baleares, Xisca Garí Perelló, ha subrayado que el archipiélago está también “batiendo récords negativos” y que los “positivos que vemos mes tras mes no están mejorando la vida de la gente”.“Hay personas que están trabajando doce horas diarias a las que les cuesta pagar el alquiler o la hipoteca, otras que están comenzando a pensar en abandonar las islas y muchas que viven en caravanas”, ha lamentado Garí. Ha insistido en la necesidad de que tanto la administración como las empresas inviertan en formación con perspectiva de género para que las 28.225 personas paradas, la mayoría mujeres, puedan incorporarse a un mercado laboral en el que “faltan trabajadoras y trabajadores”.
La Reforma Laboral sigue teniendo “efectos positivos” en el mercado laboral del archipiélago
Garí ha remarcado que con el incremento interanual de la contratación indefinida, de un 3,39 por ciento, se constata que la Reforma Laboral sigue teniendo “efectos positivos” en el mercado laboral del archipiélago, donde 7 de cada 10 contratos que se firman son indefinidos. Asimismo, la responsable sindical ha valorado que Baleares esté entre las comunidades autónomas que más cotizantes ha ganado respecto a hace un año, hasta llegar a las 569.326 personas afiliadas, y que en el mes de marzo ya estuvieran trabajando 87.53 fijos discontinuos.
Con todo, Garí ha reiterado que el archipiélago no tiene un “problema de empleo” sino de “condiciones de vida y de trabajo” por los altos precios de la vivienda, y ha pedido políticas públicas que lo solucionen, así como, el control y la reducción de las cargas de trabajo, el respeto de los convenios y medidas de diversificación económica.
“El drama social de la vivienda se ha de tomar bien en serio. No solo ocasiona problemas a las personas trabajadoras, sino que pone en riesgo la competitividad económica de Baleares y el acceso a los servicios públicos, cuyas plantillas también son escasas y sufren sobrecarga laboral”, ha concluido Garí.
