Ucrania: los combates impiden evacuar a los civiles de Mariupol
Foto: © UNICEF/Viktor Moskaliuk. Niños y mujeres intentan llegar a Polonia desde Ucrania el 5 de marzo de 2022.
«Es absolutamente esencial establecer una pausa en los combates en Ucrania y permitir que los residentes abandonen de forma segura Mariupol, Kharkiv, Sumy y otras zonas de conflicto, y garantizar la entrega de bienes humanitarios vitales a los que permanecen allí», dijo el Secretario General de la ONU, António Guterres, en su cuenta de Twitter.
Según el último informe de la ONU, 470.000 residentes de Mariupol, Sartana y Stary Krym viven desde hace cuatro días sin agua, calefacción ni electricidad. Debido a los combates y al aumento de la violencia, la disponibilidad de alimentos y medicamentos es cada vez menor. El 5 de marzo se suspendieron los acuerdos sobre la apertura de un corredor humanitario desde Mariupol y Volnovakha.
«Mientras la población de Mariupol sufre horriblemente, el segundo intento de evacuar a 200.000 personas de la ciudad ha vuelto a fracasar«, dijo el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en un comunicado. “Los intentos fallidos de ayer y hoy ponen de manifiesto la ausencia de un acuerdo detallado y operativo entre las partes del conflicto. Para que el paso seguro de civiles se produzca con los niveles de confianza requeridos, las partes deben acordar entre ellas no sólo el principio, sino también los detalles y parámetros».
La situación humanitaria en Ucrania se está deteriorando rápidamente. Según los últimos datos de la ONU, los combates se han intensificado en grandes ciudades, como Járkov, Mariupol, Jerson y Kiev, y las hay batallas en las inmediaciones de la línea de contacto. «Los habitantes de las grandes zonas urbanas asediadas se encuentran ahora en la posición más vulnerable», dice el informe humanitario de la ONU. «Muchos de ellos necesitan ayuda desesperadamente y deben ser evacuados».
La Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos advirtió el domingo que las cifras de víctimas que ha comunicado -para el período comprendido entre el 24 de febrero de 2022, cuando comenzó la agresión militar de Rusia contra Ucrania, hasta la medianoche del 5 de marzo de 2022- probablemente sean una subestimación considerable de las cifras reales.
La Oficina ha verificado 1123 víctimas civiles en Ucrania: 364 muertos, incluidos 25 niños, y 759 heridos. La mayoría de las víctimas han sido causadas por el uso de armas explosivas con una amplia área de impacto, incluyendo bombardeos de artillería pesada y sistemas de multilanzamiento de proyectiles, así como ataques con misiles.
Sin embargo, la Oficina cree que las cifras reales son considerablemente más altas, sobre todo en el territorio controlado por el Gobierno ucraniano, y especialmente en los últimos días, ya que la información procedente de algunas localidades en las que se han producido intensos combates se ha retrasado y muchos informes están aún pendientes de corroboración. En la ciudad de Volnovakha, por ejemplo, la Oficina tiene conocimiento de denuncias de cientos de víctimas civiles.
El conflicto ucraniano ha creado la crisis de refugiados que más rápido ha crecido desde la Segunda Guerra Mundial, declaró el domingo en un tuit el director de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Filippo Grandi señaló que más de 1,5 millones de personas han cruzado a los países vecinos en sólo 10 días.
Los comentarios de Grandi se producen después de que la agencia de la ONU para la infancia (UNICEF) advirtiera el viernes de un número «sin precedentes» de niños y familias que huyen de sus hogares, y de que las necesidades humanitarias «crecen por momentos».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el sábado su primer informe sobre la situación de Ucrania, en el que expone sus prioridades sanitarias para el país.
Entre ellas se encuentra la atención a la salud mental, debido a lo que la agencia califica de «importante estrés debido al conflicto «, y los traumatismos y lesiones causados por los combates.
A la OMS también le preocupa el exceso de muertes por enfermedades comunes, debido a la interrupción de los servicios, y las enfermedades de las madres, los recién nacidos y los niños, así como la propagación de enfermedades infecciosas como el COVID-19, el sarampión, la poliomielitis, la tuberculosis y el VIH.
Las enfermedades diarreicas también figuran en la lista de prioridades, debido a la destrucción generalizada de las infraestructuras de agua y saneamiento, la inadecuada cobertura de vacunación, los movimientos de población y la aglomeración.
