Desde siempre he creído que las expresiones populares del pueblo colombiano son las más acertadas desde la perspectiva de razonar aquellos hechos que enriquecen aún más la lengua castellana. Y este titular es una buena muestra de ello.

Tal día como el jueves 30 de mayo, las gentes de bien conmemoramos la festividad del Cuerpo del Señor (Corpus Christi), que lo es de mucho significado para quienes seguimos fieles convencidos de que hay un cuerpo redentor de los millones de desatinos que pueden ocurrir en el más corto espacio de tiempo.

En esa fecha, el amante de Teruel se ha superado así mismo la tarde en la que se debatió la putrefacta ley de la Amnistía. Ese depauperado individuo que anda llorando por los rincones de La Moncloa cual histórico Boabdil tras la pérdida de Granada a manos de los Reyes de la catolicidad hispana, al pueblo como una falsa moneda de cinco mil euros a través de su inasistencia al debate sobre la dicha ley. Un cobarde de tomo y lomo. 5 votos han faltado para que se hubiera enviado la ley a “purgar fum” como decimos en “bo mallorquí”.

En estos días e incluso meses, la clase política ha zarandeado la Carta Magna que en 1.978 nos diéramos los españoles para una mejor vuelta de unas vacaciones que duraron 40 años. Pues en el Congreso de disputados el 1,6% de los naturales de la piel de toro e islas adyacentes han irrumpido en aplausos y abrazos por haberse superado el trámite de aprobarse una ley con la que no comulgan el 98,6% restante.

Y el fracasado de ilustre apellido, Rufián, lanzó la advertencia junto a la muchacha de Waterloo que se había atestado un duro golpe a la Constitución del 78. Sí, señor Rufian, esa es la Constitución que le ha permitido a usted vivir como una miserable garrapata y durante muchos años calentado silla en el Congreso a costa de los impuestos de muchísimos españoles.

Y el señor de las anillas en nariz y orejas con muchos más lloros mientras medita lo que estaba sucediendo por el Salón de los Pasos Perdidos, tronó aquello de “Que nadie se crea que con esta aprobación legal, la cosa ya se ha acabado, porque ahora viene el referendum”. Y le volvían a recordar que como en otras ocasiones se dijo que no se aprobaría una determinada proposición, y hoy ya la tenemos en marcha, lo del referéndum es la próxima parada.

¿Y a usted señor Sánchez no le da vergüenza y se le manifiesta un mínimo sonrojo el que los independentistas que en las pasadas elecciones generales del 2023 obtuvieron ambos juntos 14 diputados con una pérdida de 7 escaños se abracen gozosos por lo sucedido bajo la presidencia de la señora Rottenmeier?

El autor de la felona ley de la Amnistía ni siquiera siguió el debate, rebajando a una quinta división el nivel del portavoz del Partido Sanchista Obsoleto y Esperpéntico para defensar la presentación del indecente bodrio del que él escabulló su bulto y solo levantó la voz para votar.

Miren, la historia es muy terca al recoger en sus archivos los aconteceres diarios, de tal manera que utilizando su redacción pueda sacarse las mínimas conclusiones. Ya en el año de 1.640,representantes de Catalunya y el rey Luis XIII de Francia se reúnen para firmar el Tratado de los Pirineos por el que Catalunya recibiría apoyo militar francés para luchar contra la monarquía española y de esta manera se independizara de la corona hispánica.

Tan pronto como se consolidó ese desmembramiento de España, los catalanes nombraron a Luis XIII de Francia como el nuevo Conde de Barcelona y a partir de ahí el gabacho compró un virrey, francés naturalmente, con cuya administración se socavaron las muy endebles reservas económicas del Condado de Barcelona, hasta que pudieron apercibirse de que el territorio catalán no podía atender el pago del mantenimiento del ejercito francés por lo que resolvieron dicho contrato y solicitaron del rey de España Felipe IV su amparo y protección.

Más tarde, el mes de Febrero de 1810, Napoleón Bonaparte y su hermano José rediseñaron donde finalizaría el Imperio francés y donde empezaría el Reino de España y 2 años después se concretó que Catalunya sería un simple departamento francés, y todo el mundo sabe como acabó aquella aventura.

La historia se repite, pero en esta ocasión sin armas de por medio, un personaje crea los cimientos para un nuevo intento de separación del Reino de España, y que naturalmente no lo consiguieron ni con Pau Claris ni con “Pepe botella”.

Recientemente el héroe de Waterloo intentó negociar con Putin la misma operación, pero el intento no prosperó. Es de suponer que interviniera en el acercamiento la hija de Putin Yolanda Díaz, pero no se fiaron de esta “personaja”.

Por cierto ya que estamos citando a la Yoli queremos poner de manifiesto que después de que desde la tribuna en el Congreso de los “disputados” profiriera aquella indecorosa expresión dirigida, supuestamente, a los diputados conservadores de “Vayan a la mierda, todos a la mierda”, le rogaría que indicara a través del Google Map como se puede ir a ese lugar en el que usted reside desde ya hace una buena temporada.

Y el 9 de junio todos estos deberán estar con la Yoli, y si lo desean utilicen ese tren que conduce a su residencia más que natural.

Me ratifico en el titular de “Todos en la cama o todos en el suelo” porque dar luz verde con una triste rosa roja a una ley que establece unos ciudadanos de 1ª y otros de 2ª es negar la existencia del Artículo 10 de nuestra Constitución en la que reza: “La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y la paz social”. Yo quiero abrazarme a esa amnistía por si alguna vez me pasara por la imaginación, que no lo creo, malversar caudales de cualquier procedencia.

1 pensamiento sobre “Todos en la cama o todos en el suelo

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