Al fin te liberaste

de todas las cadenas impuestas

esas invisibles

que impiden la libertad.

Soltaste esa segunda piel

que te ha servido de coraza

la vida cercenándote

despacito, hasta que no queda nada.

Te sentiste libre

soltaste amarras

en la vida, navegante

entre tormentas y calmas.

Loca van llamándote

las miras con una sonrisa

sin ni tan sólo girarte

para ver su odiosa cara.

Quizás entres a formar parte

de las brujas en sus hogueras

pero para eso tendrán que pillarte

entre los humos que se elevan.

El bosque de tus ideas

dándote amparo para que te ames

poco importa lo que se diga

tú eres tu amor, tu vida, tu arte.

Toni Oliver

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