Me acaricia el alma

esa mirada tuya

esos besos que se te escapan

tus manos que la piel me erizan

las olas rompiendo sobre la arena

con su vaivén de idas y venidas

al son de la brisa que también acaricia.

Ese árbol al que abrazas

permitiendo sentir el fluir de la vida

silente, mientras los pájaros trinan

esa flor que me brinda su belleza

mientras me dice no me cortes la vida

déjame que la viva

aportando su perfume y belleza.

Del niño esa sonrisa

que de la nada te la regala

ese animal que a las manos se acerca

buscando esa caricia recíproca

al igual que el árbol, calla

en su rostro su tierna mirada

pidiéndote que sigas.

Esa lluvia tras la sequía

ese preticor sobre la seca tierra

que embriaga de alegría

mientras cae, la miras

la sientes como la piel acaricia

abriendo los brazos y manos para recibirla

como tesoro de vida.

El sonido de la brisa

al pasar por las hojas

acariciándolas sin prisa

llevándose su perfume de armonía

con la calma que se respira

esa que la mente limpia

dejándola con esa paz tan buscada.

Todo lo que es amor el alma me acaricia.

No son sólo lugares, sino lo que se respira.

La vida nos mima, no sabemos apreciarla

mientras aprendemos de ella misma.

Toni Oliver

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