La fracasada Francina Armengol ha inaugurado su poltrona en la Cámara Baja con su tradicional “sostella y no enmendalla” cuya expresión en un castellano antiguo venía a definir la actitud de una personaje al no querer rectificar una determinada postura y acción por pura cabezonería a pesar de saber que se estaba equivocado.

Su pertinaz catalanismo siendo presidenta de una tierra bendecida por un pueblo que no quiere injerencias de ningún tipo por parte de otro a la hora de ordenar su mandato, le ha llevado al mas estruendoso de los fracasos en nuestra comunidad balear.

Su injustificable exigencia al poner trabas en la utilización del castellano, que es la lengua oficial del Estado acompañada de la lengua catalana, y su desastrosa imposición de una simple “coma” en su redacción, tal como así se refleja en el Estatuto Balear, llegó a exigir el certificado acreditativo de la catalanidad como un requisito para optar a cualquier oposición de la escala laboral de la administración sanitaria, vulnerando nuestra Constitución por aquello de que “todos los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

Así en Baleares nos quedamos sin médicos ni enfermeras, aunque solo un par de meses antes del 28M se apresurara a corregir de una manera zafia y nuevamente discriminatoria. Era muy escuchado aquello de “yo lo que quiero es que un buen facultativo trate mis dolencias, hable en catalán o en turcochipriota”, solo que si antes no ha podido ser contratado por el maléfico requisito, difícilmente va poder ser atendido como es su deseo.

Ya estamos en que ese brindis al sol para contentar a los clientes del sanchismo, es pura posturita del Jefe de los 24 alabarderos para que él siga mandando, que no gobernando.

Pero lo malo de la cuestión no es quien da la orden de que se tenga en consideración este asunto, sino que es su alabardera mayor la que en su discurso de toma de posesión del cargo, lo convierte en una soflama con tintes de autoexigencia elevando a la misma altura el castellano que es la lengua oficial en todo el territorio español que el resto de lenguas existentes en este mismo territorio, con la aclaración importante de que los españoles tienen el derecho de conocerlo y usarlo en todo el territorio, mientras que la misma exigencia se plantea solo en cada uno que los que tienen su idioma cooficial. A un catalán no se le puede exigir que en Catalunya se conozca y utilice el gallego o el euskera, pero sí el castellano.

Esta, parece que insignificante acción del gobierno balear, le llevó a usar el salvavidas de Pedro Sánchez, tras su defenestración por el pueblo que mayoritariamente no le votó. Pues, dale Perico al torno. En menos de 22 horas no se pueden cometer tantas estupideces juntas. Miente institucionalmente cuando dice haber entendido los textos pronunciados por los diputados que se expresan en euskera y catalán en el momento de la aceptación del acta de diputado a no ser de que en décimas de segundo hubiera dispuesto del certificado acreditativo de conocer esas lenguas.

¿Cuánto costará el dotar de todo un montaje de traducción simultánea, su personal especializado y su mantenimiento?. ¿Qué tal si ese prevaricado gasto se destinara a rebajar los importes de alimentos? Que por cierto, el importe de ese gasto ya ha reconocido que no lo sabe.

Y eso sin tener en cuenta que para ser todos iguales ante la ley y yo pudiera seguir un debate desde la Cámara de Diputados, deberé disponer de uno de esos pinganillos, y así hasta unos 25.000 haciendo mal las cuentas, porque lo que no vale es que nos traduzcan lo que están diciendo los diputados de turno. Hay expresiones en un debate que debo escucharlo de viva voz y por tanto en una lengua que entienda, y no en una traducción que tiene que ser traducido sin el acompañado de los diferentes gestos propios de la comunicación no verbal.

Fracasó en su empecinamiento en Baleares y lo mismo va a ocurrir en el conjunto de las diferentes nacionalidades como gustan decir los progres de medio pelo. A lo mejor hubiera sido importante documentarse un poquito sobre la organización de las Cortes Generales, en cuyo apartado referido al Senado queda medianamente claro que constitucionalmente tiene la consideración de cámara de representación territorial en donde pueden expresarse los senadores en su lengua cooficial.

Una farmacéutica que no ha sido capaz de redactar ni una simple ley en favor de la defensa de los ciudadanos, salvo la exigencia del catalán, mal va a cuidar las formas de gobernar una institución como el sacrosanto Congreso de los Diputados.

Y, por cierto, en corrillos del PSOE han tildado la ocurrencia como “una marcianada”

I que no es guapo aixó?

Lo dicho, LOS PINGANILLOS AL PODER.

1 pensamiento sobre “Los pinganillos al poder

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