Pues, ¿qué quieren que les diga? A lo mejor se me ocurre pensar que de aquel camarote solo nos queda claro la primera parte en la que 23 personajes entran en el habitáculo y del que no sale ni uno solo, ni tan siquiera para fumarse un cigarrillo.

23 individuas e individuos que han competido durante unos cuantos años por ver quien era la más nefasta y nefasto de los allí reunidos, “acaramullats” que diríamos en buen mallorquín por si a alguien se le pudiera ocurrir alguna idea brillante y pasársela al Groucho de marras y hacérsela suya.

Y puestos así, y antes de seguir con el tema de mi relato, les invito a participar en un juego que a buen seguro les va a divertir.

En el camarote además de los/las/les 23 ya conocidos/as/es entran las camareras que hacen la cama, dos fontaneros, la manicurista, la mujer que pide llamar por teléfono, la que viene a barrer, y finalmente cuatro camareros. Pues bien, agudicen su ingenio e identifiquen a cada ministro/a que hay en ese camarote (23) con los profesionales que vienen a resolver los problemas que se están planteando en el interior del mismo.

¡Ánimo, que son muchos pero muy cobardes!

Alguien que no sea la alegría de la huerta, podría explicarme porque le estamos pagando un pastón a Miquel Iceta como ministro de Cultura y DEPORTES, cuando en una rueda informativa del Gobierno de España, agacha la cabeza para dar a entender que los españoles somos terminalmente idiotas. ¿Que es eso de qué el ejecutivo al que pertenece ha sido diligente a la hora de abordar el asunto de Luis Rubiales? Este individuo defenestrado de la secretaría general del PSC-PSOE para mejorar los resultados en las contiendas electorales de Catalunya con la incorporación de Salvador Illa, fue incorporado al equipo de los 23 por el Marqués de Falconeti quien le incluyó con un calzador en el Consejo de Ministros para que su sueldo y demás prebendas lo pagáramos todos los españoles.

Y digo prebendas, porque de alguna cuenta de su ministerio tuvieron que salir los dineros para viajar a Nueva Zelanda y asistir a la final del Campeonato del Mundo de Fútbol Femenino en el que se ganaron la plaza otras 23 leonas, futbolistas que aman su especialidad deportiva y que están muy lejos de entrar en ese camarote. Ese tragicómico personaje que presenció el beso supuestamente robado a la número 10 de nuestro combinado y a la actitud grosera del otro infausto elemento apretujándose las partes nobles, aunque en su caso precisamente nobles no lo son, puede aducir que no lo pudo ver porque estaba en línea con él tanto en el palco como en la entrega de trofeos, sin embargo se le atraganta la estupidez cuando dicen que sí le comentaron lo del gesto mientras se preparaba el acto para que nuestras futbolistas con la camisola de España levantaran el trofeo conquistado… el del Campeonato del Mundo de Fútbol Femenino.

Y ahí están los testimonios gráficos que reflejan que cuando, una vez recogido el galardón, se arrodilló acompañando a nuestras compatriotas y celebró contento y feliz lo que ellas con mucho esfuerzo e ilusión habían conseguido.

Señor Iceta, al que no sé muy bien a quien puedan nuestros lectores identificarse más con los profesionales que entraron en aquel camarote, me pregunto si no le da vergüenza decir que han sido diligentes a la hora de tratar el tema del señor Rubiales cuando pasaron más de tres días de haber ocurrido los hechos? La de la hoz y el martillo, descolgó su emblema y le segó el camino de su desfachatez propinándole a renglón seguido un martillazo en esa cabeza que como ministro no ha existido nunca salvo en la poltrona de los Consejos monclovitas. Pues, ni así fue capaz de reaccionar.

Ni tampoco lo hizo el Consejo Superior de Deportes que depende de usted como jefe supremo de ese rincón sanchista que tardó otros tres días para anunciar que estaban haciendo todo lo posible para que el TAD (Tribunal Administrativo del Deporte) emitiera una especie de sentencia para ver si los miembros de ese Tribunal aclaraban si los hechos en discusión podrían ser considerados graves o muy graves. Y en eso están.

Este Consejo que corresponde a un país llamado España envió al TAD el lunes 28 de Agosto la solicitud de su actuación en el caso Rubiales junto con toda la documentación que disponían o simplemente habían conseguido; esto es 8 días después del suceso. Bien, ¿y a esto le llaman ser diligentes cuando la Comisión Disciplinaria de la FIFA decidió el día 24 abrir un expediente disciplinario en contra de Luis Rubiales por los hechos ya comentados? A esto Sr. Iceta ¿se le puede llamar una actuación diligente? De momento y de forma cautelar hasta que no se cierre el expediente, el Sr. Rubiales está ya fuera del organismo nacional y mundial, y así lo estará durante 3 meses con la posibilidad de que se prolongue definitivamente hasta 15 años.

Recapitulando: 20 de Agosto. Suceden los hechos.

24 del mismo mes. Reacciona la FIFA.

28 también de Agosto. Reacciona el Gobierno de España.

31 sigue de Agosto. Se filtra la información de que al Régimen Sancionador correspondiente a la nueva Ley del Deporte se le han vencido todos los plazos para su tramitación. Y así seguimos porque si se aplica el Régimen de 1990 Luis Rubiales puede salirse de rositas.

¿Y esta gente va a dirigir los destinos de nuestro país cuando no son capaces de seguir bien de cerca los contenidos de una Ley aprobada en el mes de Enero. ¿Y saben que excusa han puesto? Pues que con tantas elecciones no han tenido tiempo de atender lo más elemental.

Mientras tanto la alegría de la huerta y el que quiso colarse en un acto al que no había sido invitado, siguen acusando a Feijóo de arribista y de querer entretener al personal a sabiendas de que no va a ser investido, llamándole fracasado que busca como resolver su problema (?) e incluso citando a su partido de pollo sin cabeza. Jo, pero qué poca vergüenza. Usted Sr. Bolaños definió a su mismo sanchismo mientras se estaba contemplando frente a un espejo.

El Partido Popular puede que no alcance la gobernación del país, pero es mucho mejor que mal gobernar con 27 grupúsculos y conformarse, de momento, con haber ganado las elecciones y haberle sacado al monclovita actual 16 diputados más.

¡Vergonya, caballers, vergonya! que diría el Conqueridor de estas tierras.

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