Más de la mitad de los menores de 35 años no piensan por sí mismos, más bien, su mente, esta constituida por un protocolo definido por modas, tendencias, opiniones de YouTubers y lo más peligroso, una polaridad ideológica frenéticamente consumista que no tiene porque ser directamente política, pero sí afecta sensiblemente a ésta, especialmente a la hora de ser críticos con el sistema político que les impide consensuar, dialogar, reflexionar o empatizar con cualquier otra postura que no esté en el radar de su epicentro.

El mundo esta cambiando a pasos agigantados hacia un modelo tecnológico en el que el 80% de la población, entendida como generadora de talento, conocimiento y fuerza de trabajo, en menos de 20 años no será necesaria.

Por eso, ciertas altas esferas de la sociedad, se centran en desarrollar métodos y sistemas de ingeniería social con los que poder controlar al máximo posible de individuos y modelar su conducta en tiempo real.

De ahí que sea esencial tenernos «en red», interconectados generando una especie de «mente colmena».

En la actualidad están aprovechando un aumento de los conflictos externos (guerras, cambio de hegemonía económica, etc.) e internos (problemas de integración social como en Francia, Suecia o el surgimiento de narcoestados como Holanda, etc.) para alcanzar unos niveles de ofuscación emocional suficientes que justifiquen incrementar «medidas de control social por nuestro bien».

Es inevitable, pero sí es posible ir desplazándose geográficamente a lugares donde este proceso sea menos pernicioso… Créanme, España, es una democracia fallida y un país con incapacidad para resolver sus problemas más graves como son la deuda externa o la estafa piramidal de su sistema de pensiones… qué decir, que en vez de buscar innovar, crear y desarrollar valor añadido, el objetivo de la mayoría de nuestros conciudadanos sea ser funcionario.

Por eso los jóvenes más preparados, conscientes e inteligentes, simplemente, se van a países como Suiza, Irlanda o Australia, a menos, claro está, que sean hijo de, cuñado de, enchufado de…

Sea lo que sea, buena suerte amigos.

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