La Organización Meteorológica Mundial emite una ‘alerta roja’ por el estado del clima
El reciente informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha sacudido a la comunidad internacional con una noticia preocupante: 2023 fue oficialmente el año más cálido registrado en la historia, superando todas las marcas anteriores. Con una temperatura media mundial cerca de la superficie de 1,45 °C por encima de los niveles preindustriales, este nuevo récord resalta la urgencia de abordar la crisis climática que enfrentamos como planeta.
La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, al presentar el informe, no dudó en llamar la atención sobre la gravedad de la situación. «Estamos ante un estado del clima mundial que requiere una acción inmediata y coordinada», declaró Saulo en una conferencia de prensa en Ginebra. Instó a que la respuesta al cambio climático se centre en el bienestar de las generaciones futuras, desafiando los intereses económicos a corto plazo que han obstaculizado los esfuerzos para abordar esta crisis.
El calentamiento global alcanza niveles sin precedentes: Un llamado urgente a la acción
El informe detalla una serie de impactos alarmantes que el calentamiento global está teniendo en nuestro planeta. Desde el aumento de las temperaturas en superficie hasta el deshielo extremo de glaciares en regiones clave como los Alpes y el retroceso de la capa de hielo marino en la Antártida, los datos revelan una imagen sombría del futuro climático si no se toman medidas urgentes.
Además, el informe destaca las repercusiones mundiales de estos cambios climáticos extremos. Las condiciones meteorológicas extremas se han convertido en una causa fundamental de desplazamientos, inseguridad alimentaria, pérdida de biodiversidad y problemas de salud en todo el mundo. Por ejemplo, el número de personas que padecen inseguridad alimentaria aguda se ha más que duplicado, pasando de 149 millones antes de la pandemia de COVID-19 a 333 millones en 2023 en 78 países supervisados por el Programa Mundial de Alimentos.
A pesar de este sombrío panorama, el informe también ofrece un rayo de esperanza al destacar el crecimiento significativo de la capacidad de energía renovable en 2023, así como el aumento en el desarrollo de sistemas de alerta temprana para desastres naturales. Sin embargo, se subraya que se necesitan inversiones masivas y una acción coordinada a nivel global para abordar eficazmente la crisis climática.
El costo de la inacción es monumental, advierte el informe. Si no se toman medidas significativas para mitigar el cambio climático, se estima que entre 2025 y 2100 los costos podrían alcanzar los 1266 billones de dólares. Esta cifra representa la diferencia en pérdidas entre un escenario sin cambios y alcanzar el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.
Con la reunión ministerial sobre el clima de Copenhague en el horizonte, así como la próxima COP29 de Bakú, es crucial que los líderes mundiales actúen de manera decisiva para abordar esta crisis existencial. Como lo expresó el Secretario General de la ONU, António Guterres, «las sirenas suenan en todos los indicadores importantes». El tiempo para la acción es ahora, y el futuro de nuestro planeta depende de las decisiones que tomemos hoy.
