En el pórtico de la Navidad
¡Hola!
Te extrañará este escrito, sin duda alguna. Y aún más cuando hayas descubierto quien lo firma, porque tu curiosidad de mujer latina ha sido más fuerte que este mismo encabezamiento, y sin dudarlo has ido al final sin pasar antes por su contenido. Sabía que sería así.
¿Qué cuál soy? La que está más próxima a ti.
Este va a ser un convite raro. Esta puede ser la invitación más insólita de tu vida… y ojalá que sea la más bonita, porque te invito a brindar exclusivamente conmigo, solo conmigo.
Nada de recuerdos, nada de pensamientos, nada de añoranzas ni de dudas que entristezcan tu semblante. Solos TÚ y YO.
Y brindo por ti. Tan simple y tan bello a la vez.
Brindo por tu cabello recogido o libre, por tu sonrisa clara, por tu mirada dulce y cautivadora.
Por favor, lléname hasta el mismo borde, pero muy despacio, tanto que no vaya a derramarse una sola gota, y tómame con las dos manos. Deja que por unos instantes la frialdad de mi piel cristal reciba el profundo sentido de tu calor y deposita tus labios en el mismo borde… suavemente, no tengas prisa. Recuerda que estamos solo TÚ y YO. Y YO que soy miles de burbujas de ilusión.
Entorna tus párpados, monta sobre una de ellas y pídele un destino. Ella te llevará sin dudarlo y viajará incansable a través de los sueños para cumplir tu deseo.
¿Ya llegaste?… ¡Bienvenida!
Pero no, no me apures del todo. Deja algunas burbujas en mi fondo, quiero que exista una razón que me permita estar cerca de tí.
En el pasado cuando otra copa te ofreció su borde y tus burbujas te invitaron a viajar y aceptaste la invitación con ilusión y esperanza, probablemente sí apuraste su contenido y ninguna de ellas quedó en su fondo. Ahora y para el futuro recuerda que de todas aquellas solo una te invitó a beber besando. Lo que venga después puede que mucho importe, y si no me retienes a tu lado, YO volveré a la servidumbre de mi cometido. Otros labios se posaran en mí destilando ilusión, lujuria y quien sabe si amor, pero no podrá privarme del calor que TÚ me diste, del beso con el que me acariciaste, del viaje que me permitiste.
En la misma noche de la Navidad, será un brindis solo por TÍ.
UNA COPA DE CHAMPAGNE
Periodista | Director Área Internacional
