El partido Sanchista, una cuestión de calzoncillos

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Foto: esdiaro

El PSOE aunque mantiene las mismas siglas, sí que ha cambiado su definición por obra y gracia del Marqués de Falconeti porque con su manera de hacer en el desgobierno de la nación ha pasado a llamarse “Partido Sanchista Obtuso y Esperpéntico”. Y todo ello a pesar del Congreso de Suresnes en el que se aprobó una resolución política que establecía un programa muy concreto y en el que se definía el concepto de Ruptura Democrática apostando por el restablecimiento de la democracia en España planteando 11 puntos que van desde exigir la libertad de todos los presos políticos y sindicales hasta el reconocimiento del derecho de autodeterminación de todas las nacionalidades ibéricas. Era el mes de Octubre de 1.974.

Y al hilo de ese último punto se aprueba una segunda resolución sobre Nacionalidades y Regiones en la que destaca el pronunciamiento por la constitución de una República Federal de las nacionalidades que integran el Estado español. Después en la redacción de la Constitución de 1978 se manifiesta en su artículo 1.3 que la forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria para a renglón seguido en su artículo 2 poner en claro que “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”. En su Título VIII se desarrolla explícitamente el orden con sus normas para la creación de las Comunidades Autónomas siendo ese desarrollo planteado por el PSOE como una continuación a aquella resolución que instaba a constituir una república federal de las nacionalidades. No le fue difícil modificar el pensamiento y apoyar la Monarquía parlamentaria, entre otras cosas porque el socialismo español no convivía con los valores del republicanismo cuyo Partido Comunista siempre apostó por ese viejo y trasnochado sistema en España y del que el PSOE de Suresnes andaba muy distante. En el proyecto para la reconstrucción de la España democrática el propio Santiago Carrillo aceptó la Monarquía y la bandera rojigualda.

De aquellos tiempos y de los de la etapa a partir de 1.978, poco queda por rescatar, sobre todo la borrachera de estupideces que se inicia en 2018.

Es cierto que los primeros calzoncillos que registraron los reporteros gráficos fueron los de Luis Roldán, Director General de la Guardia Civil en el gobierno de Felipe González, y los siguientes los de este mismo año mostrándolos el diputado también socialista Juan Bernardo Fuentes.

Pero, ¿qué tienen estos chicos socialistas con las reuniones que empezaban en gallumbos, rodeados de prostitutas y enfrascados en el consumo de estupefacientes? En medio de los dos hechos, aparecen los “eres” de la Junta de Andalucía en los que no se muestran los calzoncillos de ninguno de los directores implicados en la corrupción conocida, pero sí que hay un desaforado baile de prostitución y droga, y digo yo que si la prostitución fue uno de los argumentos en el caso, algún calzoncillo no se mostró, aunque fuera de los objetos del deseo si se los quitaran.

Miren pues, ¿qué quieren que les diga? Al ex presidente de la Generalitat valenciana le montaron un pollo por relacionarle con el regalo de unos trajes que después quedaron en la nada, y a estos personajes de los gallumbos, uno de ellos pasó por las manos de la justicia, y al otro veremos en que queda. Por lo menos al señor Camps le relacionaron con unas prendas de vestir dignas y recatadas mientras que a estos dos impresentables lo harán con unos simples calzoncillos.

A partir de ahora, cuando el Marqués de Falconeti curse una invitación para asistir a un ágape, bueno será que en el apartado sobre la vestimenta figure el de vestido de cocktail o largo para las señoras y traje oscuro con corbata o en calzoncillos para los caballeros.

Y ahora el señor que más manda en esta olla de grillos y que mantiene un gobierno de 22 ministros/as/es y un presidente, acaba de presentar la exigencia a los Consejos de Administración de las empresas que el 40% sean mujeres pretendiendo en que se ocupe un sillón no por su valía y competencia sino por el mero hecho de ser mujer. Y sería bueno que nos aclarara que sucederá cuando como en el caso de una composición de 14 mujeres y 9 hombres, ¿habrá que eliminar a 3 mujeres y que esas plazas sean ocupadas por hombres?

Estos días, el cachondeo que se llevan algunas ministrables es de superior consideración. La inefable María Jesús Montero actual Ministra de Hacienda y Función Pública ha afirmado en un mitin pesoístico que “Los abuelos y las abuelas no quieren las pensiones para ellas porque son ayudas al pago de la luz del hijo que no puede la puede pagar. Las pensiones son una ayuda para ir al supermercado a comprarle las cinco cosas que no puede comprar su hija o que considera un lujo. Las pensiones son la ayuda que le dan nuestros abuelos a nuestros jóvenes para que el fin de semana puedan salir o comprar las zapatillas de deporte”.

La Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España se ha manifestado diciéndole a la ex Ministra Portavoz del gobierno sanchista y hoy Ministra de Hacienda que “Las pensiones nos las hemos ganado con trabajo y que son nuestras. Que las distribuyamos como queramos es otra cosa”. Y ahora entendemos porqué la trasladaron. Y puesto a que se mete en terrenos tan pantanosos, ¿porqué no nos cuenta algo de su paso por la Junta de Andalucía en cuyo gobierno fue Consejera cuando lo de los eres? Ella no participó en el mayor caso de corrupción que se recuerda en España, pero formaba parte del Consejo de Gobierno, bien igual que sucede ahora ocupando un sillón en el propio de los Ministros/as/es.

Y si quieren otra perla del partido sanchista, la actuación de Patxi López en la rueda de prensa que debía tratar el tema de los calzoncillos del diputado de su grupo parlamentario Juan Bernardo Fuentes sobre éste descubierto como un auténtico corrupto. Estuvo muy nervioso, balbuceante y atascándose en algunas respuestas al tiempo que queriendo zanjar el asunto se atrevió a decir. “No hay caso, por eso no vamos a apoyar una comisión de investigación”.

Pero hay más del propio Marqués de Falconeti y sobre todo de esa desgracia humana metida a política que es la tal PAM y de la que por hoy no vamos a extendernos más. Tenemos ya hasta el titular del próximo artículo que vamos a publicar: “El cerebro de la mosca del vinagre”.

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