El día de “La Vieja” en Cuevas del Almanzora

El jueves pasado 16 de Marzo, se celebró en Cuevas del Almanzora y en muchos municipios del Levante el tradicional “Día de la Vieja“, una fiesta, que no aparece en rojo en ningún calendario pero, sin embargo, deja los colegios vacíos, las tiendas
cerradas y las calles del pueblo vacías, no tiene un día fijo, parte la Cuaresma.

Los orígenes datan de mediados del siglo XVII, hay varias teorías de como nació, una de ellas es que fue promovida por una comunidad de franciscanos, de la ermita de San Diego en el Calvario, a fin de hacer más llevaderos los sacrificios de la Cuaresma, con una jornada de hermandad con connotaciones religiosas y otra es todo lo contrario, una fiesta pagana, donde la vieja es la bruja, que tienta con sus chuches y la gran comilona los días de Cuaresma.

Día de la Vieja

Se cree que el primer pueblo donde se celebró, en el levante almeriense, fue en Cuevas del Almanzora, donde los Franciscanos llegaron en el año 1651, auspiciados por el entonces VI Marqués de los Vélez Fernando Fajardo Álvarez de Toledo, su madre doña Mariana de Toledo, en años sucesivos, donó dinero para que esta orden religiosa, adquiriese víveres y poder celebrar una jornada donde se pudiese comer de todo lo prohibido durante los días de Cuaresma.

Hay estudiosos que creen que la vieja tiene sus raíces en las fiestas de primavera que celebraban en la antigüedad las civilizaciones mediterráneas: etruscos, griegos o romanos donde el invierno, estación dura y gris, da paso a la primavera, el clima
se suaviza y las gentes salen al campo para darle la bienvenida y partir “la vieja” estación.

En la actualidad se ha convertido en un evento, entrañable y familiar en el que se disfruta de un día de campo, y en el que se degustan platos y postres típicos.

Muñeco fabricado

En este día la protagonista es la “vieja” que es un muñeco fabricado, de papel de vivos colores con vestido, delantal y un pañuelo sobre la cabeza, no puede faltar una gran moña roja, la cara cubierta con un paño en el que se le pinta la cara, y en el interior se guardan caramelos y frutos secos destinados a los más pequeños, su cuerpo está hecho con dos cañas en forma de cruz.

Una vez que se repone fuerzas, con una comida copiosa, donde no puede faltar carne a la brasa, boladillos de bacalao, tortilla patatas, de postre arroz con leche, llega la hora de matar la vieja, que está plantada en la tierra y en este momento se
comienza a tirarle piedras, hasta que queda totalmente destrozada y se le pueden sacar las chucherías de la cabeza.

Llega la hora de la merienda con todas las chuches, cacahuetes y pasas, que no pueden faltar, junto con los típicos hornazos.

Para poder solventar, está gran comilona, se juega a la comba, elástico, se vuelan “tragones” que son cometas también elaboradas de forma artesanal con cañas y papel.

Los espacios elegidos por los cuevanos, para disfrutar este día suelen ser Mina de los tres Pacos, la Hoya, Calguerín, Cirera, el Zorzo y el bosque de Palomares.

Los más jóvenes suelen hacer acampada, desde la noche de antes. Y si el clima lo permite cerca de la playa.

Hay una canción popular:

La vieja remonona
y muchos caramelos
qué triste que está pensando en la paliza
que le van a dar
le tirarán del moño
también del delantal
ésta nos dará