El Ayuntamiento de Palma sigue sin escuchar a los vecinos de Nuredduna
La campaña Pere Garau, molt més que Nuredduna, integrada per Flipau amb Pere Garau, ARCA y Associació de Comerciants del Mercat de Pere Garau, recuerda que cualquier actuación sobre un bien catalogado ha de ser controlada por la Comissió de Centre Històric y el impacto debe ser mínimo. La Plaça Francesc García Orell es un elemento catalogado y este control es de obligado cumplimiento.
Han eliminado la accesibilidad a la rampa de acceso que construyó Federico Climent y que estaba muy bien integrada.
Anunciando que quieren construir rampas de acceso para personas con movilidad reducida, lo que no han dicho es que la accesibilidad de la que dotó a la plaza Federico Climent, con un paso cebra y semáforo que conducía a ella, ha sido inutilizada.
Sin consenso alguno, Cort ha eliminado el paso de cebra y el citado semáforo que unía a los peatones desde Nicolau de Pacs con la parte central de las columnas.
Se ha suprimido porque en esa parte de la plaza los protagonistas van a ser los vehículos, porque TODOS los harán circular por la mitad de la plaza en contra del sentido común y en doble dirección en algunos tramos.
Desde esta campaña siempre han dado y darán apoyo a la accesibilidad universal y a la prioridad de peatones con un equilibrio en el impacto de la remodelación.
Es preceptivo defender la armonía y la sensibilidad estética de los arquitectos autor de la plaza y rehabilitador/reconstructor Guillem Forteza y Federico Climent, respectivamente.
El hecho de que se hayan arrancado árboles y arbustos de la plaza ha alarmado más si cabe a la ciudadanía que vive con estupefacción como se lleva a todo el tránsito en contra del sentido habitual de la marcha, castigando a la mitad de la plaza más alejada de Nuredduna.
Y saben que todavía será peor cuando, dentro de unos días se puedan cruzar en doble dirección coches y autobuses.
La obstinación de eliminar el tránsito circular, lo consideramos un sinsentido que castiga a gran parte de la ciudadanía para beneficiar a otra.
Cort continúa con su política de hechos consumados, en contra del diálogo, la transparencia, la participación y el consenso.
