Dicen que soñar es de valientes…
Viva la vida
Desnuda de mentiras
Sin miedo de llevarnos donde quiera el corazón
Que siempre viva la vida
Mientras el mundo gira
Entérate vivir nos hace fuertes
Soñar es de valientes
Hace ya años que un grupo de personas repartidas en diferentes ciudades quisimos aportar algo más que una simple reivindicación de la “pobreza” que vive nuestro país que no es una pobreza solo económica, sino también una pobreza de soledad, de desvinculación, de desarraigo, de heridas personales que te van ahogando hasta dejarte a pie de calle con las manos y el corazón vacíos. Lo que conocemos como el sinhogarismo. Cada vez hay más campañas para poder acompañar a este colectivo y hacerlo visible.
Nosotros cada semana en nuestras rutas semanales a pie de calle, seguimos conociendo historias que desgarran, que te cuestionan nuestra fragilidad humana y de la que nadie está exento, historias reales con nombres, rostros, nacionalidad, posiblemente familia y amigos…
Historias que ahora son invisibles y que se ocultan en nuestras calles pero que algún día fueron vidas llenas de pasión, de posibilidades, de ilusiones…
Soñar es de valientes dice la canción de Rosana y por eso no nos conformamos con salir a la calle cada semana y escuchar esas historias y seguir siendo el puente de unión con los pocos recursos que existen en nuestro país para dar salida a estas historias que son laberintos oscuros. Seguimos cada semana regalando escucha activa, dando esperanza, luchando por la dignidad y regalando lo mínimo.
Ellos nos enseñan a mirar nuestra ciudad con otros ojos más allá de lo que percibimos y de lo que brilla. Porque “lo esencial es invisible a los ojos” y no siempre el verdadero valor de las cosas es evidente y visible. ¿Acaso el señor que está tumbado en esa acera no nació como nosotros de una mujer? ¿Quién le enseñó a dar sus primeros pasos? ¿Alguna vez alguien le dijo te quiero? ¿Tuvo alguna vez posibilidad de trabajar y ganarse su dinero?
Soñar es de valientes. Queremos dar un salto al vacío y no sólo recurrir a los recursos que existen que son tan limitados y que siguen dejando a tanta gente sin ninguna posibilidad para salir adelante.
Queremos soñar con lo que aún no existe en esta tierra de Mallorca, un centro de día para personas sin hogar, donde podamos regalar un rincón donde descansar y no vagabundear todo el día, donde sea un lugar de encuentro entre personas que han perdido la capacidad de relacionarse, donde el trasporte de su hogar descanse unas horas, donde tengan acceso a los medios de comunicación y puedan recibir sus notificaciones, donde puedan cargar sus móviles o leer el periódico sin preocuparse si llueve o si el sol les aplasta, donde puedan tener una higiene mínima y donde tengan acceso a los recursos sociales sin que sean un número más sino más bien un nombre con rostro e historia.
¡Soñar es de valientes! Así que soñemos, que quizás algún día logremos dar una cobertura que aquí no existe y que necesita ser respuesta a una realidad cada día más grande.
