Despertar a la verdadera libertad: Rompiendo cadenas invisibles y abrazando la autenticidad

La libertad de obrar es el margen de lo que conscientemente elegimos, el problema, es que algunos, nos hacemos responsables de lo que no hemos decidido o controlamos, creyendo así, que somos más libres de lo que realmente somos…

Luego, tratamos de vivir en armonía con los demás, pero intentando elegir convivir más tiempo con aquellos con quienes tenemos mejor sintonía, de tal forma y en gran medida, que acabamos aislándonos cultural, social y psicológicamente de un mundo de infinitos matices.

Es más, realizamos surcos de monotonía en el espacio-tiempo para repetir patrones hasta tal punto, que nos convertimos en nuestro principal carcelero a cambio de una mayor supuesta seguridad al aburrir nuestra vida con una exagerada previsibilidad.

Por eso, las quejas principales de las personas antes de morir son:

– Ojalá hubiera tenido el valor de vivir la vida que quería vivir y no la que los demás esperaban de mi.

– Ojalá no hubiera trabajado tanto y hubiera pasado más tiempo con las personas que realmente importan, viajando, aprendiendo, amando…