Del 29 de marzo al 25 de abril de 2024 en Sineu

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Regresar este año a Sineu un Viernes Santo y tener la posibilidad de presenciar su tradicional procesión fue un volver en el conjunto de mis sentimientos a recordar un muy feliz tiempo pasado nacido en 1994.

21 años después volví a pisar de nuevo las mismas calles y plazas en cuyo desfile procesional me permitió acompañar al paso de nuestra “Germandat de Donants de Sang de Mallorca – Sineu” y a un nutrido grupo de cofrades ataviados con el uniforme tradicional compuesto por una túnica azul con botonadura blanca, capa blanca y capita y caperuza roja, luciendo en el centro de la misma el emblema de la Asociación.

Esta Cofradía es el resultado de un derroche de ilusión y voluntad de quien ha sido por sí misma una pieza fundamental de la Hermandad para conseguir que con su aportación no solo de Sineu, sino también del resto de los ciudadanos de Mallorca, lleguen a extender su brazo y donar sangre para evitar que quien la necesite pudiera fallecer al no disponer de unos centilitros para salvar su vida. Se trata de mi muy querida y por siempre venerada MARÍA RIERA GOMILA.

Con ella construimos la Cofradía que pretendía honrar a Jesús de Nazaret, primer donante de sangre que con la suya purificara a los receptores al tiempo que mostrara al pueblo de Sineu y a muchos asistentes de otros lugares de la “roqueta” el mensaje de que
desde la tierra de la mismísima residencia de los Reyes de Mallorca, la SOLIDARIDAD se escribía con letras mayúsculas, en negritas y subrayada.

María consiguió que Pere Pujol, el escultor nacido en Artà, le pusiera imagen al paso que preside nuestra Hermandad, cuya obra ha sido admirada y valorada por gentes de todo el mundo. Se trata de una escena de la pasión cristiana en la que tan solo dos personajes
conjugan el arrepentimiento y el perdón con las expresiones en los gestos del soldado que ha ejecutado la orden de atravesar el pecho de Jesús y el del propio nazareno que con el rictus de la muerte en su semblante parece consolarle mientras su cuerpo pende de las muñecas clavadas y mostrando con sus manos abiertas un ademán de abrazo.

Así lo quisimos los tres, Marcia Riera, Pere Pujol y yo mismo, y así se consiguió. La donación altruista de sangre fue siempre para nosotros algo más que una petición al pueblo para que se entendiera que nada era posible sin que en cualquier acto de voluntad suprema llevara la seña de identidad que concede el hecho mismo de la solidaridad. En Sineu se trabajó y mucho para que los habitantes de la población que albergó un palacio de los Reyes de Mallorca allá por el siglo XIV se sintieran orgullosos de su propio origen.

En el pregón con el que se abrieron hace algunos años las fiestas en el pórtico de San Marc, patrono de la villa, planteé las coincidencias de los símbolos características de Sineu y Venecia, una en tierra adentro, y la otra en la laguna del mar Adriático. Uno es el león alado que preside la plaza de San Marcos (siglo XII) en Venecia y el otro león, también con alas (sigloXX), aunque su escultura en bronce resulta mucho más majestuosa protegiendo el escudo de Sineu y que preside la fachada principal de la Iglesia de Santa María. Otra es que las dos disponen que los campanarios de la catedral de la ciudad italiana y la de la iglesia de la villa mallorquina se hallen separados de sus
respectivos edificios religiosos. Una tercera es que ambas albergaron Grandes Duques y Reyes en sus respectivos palacios. Y por último la semblanza tanto real como espiritual de azul del mar de la laguna veneciana con el color del cielo en la clara mañana del campo “sineuer”.

Ambas dos tienen también al evangelista San Marcos como patrono de sus respectivos territorios.

Este Viernes Santo del 29 de Marzo se cumplió el 30 aniversario por la que la cofradía fundada por MARÍA RIERA GOMILA paseara por primera vez las calles de Sineu en reverente procesión. Y este mismo mes de Abril se cumplirá una década desde que ELLA nos dejó su adiós con todos los deberes que se había impuesto a lo largo de su vida absolutamente cumplidos, y así pudo postrase para toda la eternidad a los pies de aquel nazareno crucificado que nos lo recuerda cada año con su muestra en el desfile procesional del viernes santo en Sineu.

MARÍA RIERA quedará en el recuerdo de quienes recibieron tanto cuanto pudo en beneficio de los demás sin esperar nada a cambio. Gloria a ella por siempre.

Y no quisiera finalizar mi artículo sin realizar una mención muy especial al matrimonio Jaime Planas y su esposa María Antonia, alma mater por hacerme vivir ese encuentro en el que el tiempo parece que detuvo su reloj por unas horas y así poder recrearme en los
recuerdos de un tiempo pasado que definitivamente sí pudo llegar a ser mejor.

Jaime desfiló por primera vez en su condición de haber sido nombrado unos días antes presidente de la “Cofradía de la buena muerte” y que en el propio orden del desfile lo hace inmediatamente delante del de los Donantes de Sangre. Y ahí estaremos unidos por un símbolo que mucho tiene que ver con una relación de buena amistad y la coincidencia con muchas otras acciones y pensamientos. Él es el Delegado para Baleares de la “Hermandad Nacional Monárquica de España” a la que también estoy afiliado.

El jueves 25 de abril celebraremos la festividad de San Marcos, y tendremos un recuerdo para esa Venecia que en la distancia nos abre la nueva historia de un mundo en el que el poder y la lucha han forjado su propio patrimonio y leyenda.

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