Crisis humanitaria en Madagascar tras el ciclón tropical Gamane
Madagascar se enfrenta a una emergencia humanitaria tras el devastador impacto del Ciclón Tropical Gamane en su zona noreste. Aproximadamente 220,000 personas requieren asistencia inmediata debido a las consecuencias catastróficas de este fenómeno natural.
El ciclón azotó las regiones de Analanjirofo, Diana, Atsinanana y Sava el 27 de marzo, dejando a su paso un rastro de destrucción y desolación. Según Roger Charles Evina, Jefe de Misión de la OIM Madagascar, esta tormenta ha exacerbado el sufrimiento de comunidades ya afectadas por múltiples crisis anteriores.
Antes del paso del ciclón, Madagascar ya enfrentaba serias dificultades debido a fenómenos climáticos como sequías, inundaciones y tormentas tropicales. El reciente impacto del Niño resultó en precipitaciones erráticas, mientras que tormentas previas como Alvaro en enero y las lluvias intensas de febrero provocaron inundaciones en el norte y sudoeste, afectando a más de 52,000 personas.
Los informes iniciales revelan que más de 535,000 personas han sido afectadas en 33 comunidades inundadas. Se reportan 18 víctimas mortales y 22,000 personas desplazadas. Además, cerca de 19,000 hogares se han visto afectados por las inundaciones, con daños significativos en infraestructuras clave como 22 centros de salud y 135 escuelas. Más de 2,200 hectáreas de campos de arroz están en riesgo, amenazando los medios de vida de las poblaciones afectadas.
En respuesta a esta devastación, el Gobierno de Madagascar ha declarado la emergencia nacional. La OIM y otros asociados humanitarios están colaborando estrechamente con las autoridades locales para proporcionar asistencia urgente a más de 165,000 personas. Esto incluye albergues, alimentos, agua, saneamiento, atención médica, educación y protección.
Sin embargo, los recursos disponibles están agotándose rápidamente debido al uso continuo para enfrentar desastres anteriores este año. Las condiciones de acceso siguen siendo difíciles, ya que las rutas terrestres y puentes han sufrido graves daños. Se necesitan con urgencia fondos adicionales para continuar brindando ayuda vital a las comunidades afectadas.
Madagascar es uno de los países más vulnerables al cambio climático, enfrentando repetidamente desastres naturales que han causado pérdidas humanas y daños extensos a la infraestructura y los medios de subsistencia. La degradación ambiental también ha exacerbado estos problemas, con un tercio de los recursos terrestres de la isla afectados por la erosión.
La OIM hace un llamado urgente a la comunidad internacional para apoyar los esfuerzos de respuesta a esta crisis humanitaria. Antes del ciclón, las Naciones Unidas estimaban que 2.3 millones de personas en Madagascar necesitaban asistencia urgente. Se ha solicitado un total de $90 millones de dólares en el marco del Llamamiento Urgente de 2024, pero solo se ha financiado menos del 20% hasta la fecha, con menos de $15 millones recibidos.
Sin un respaldo financiero adicional, la capacidad de ayuda se verá comprometida, dejando a miles de personas en una situación de extrema vulnerabilidad. La situación exige una respuesta rápida y efectiva para evitar una tragedia humanitaria aún mayor en Madagascar.