Sorpresa e incredulidad. Ayer me llamaron del CIS para una encuesta. Como periodista diré que pocas veces llega la noticia a tu propia casa y no tan solo a la puerta. El caso es que la entrevistadora me dijo que era para conocer mis hábitos de consumo en torno a los medios de comunicación e información.

Tras unas preguntas sobre los diarios, portales, radios y televisiones que más visitaba, empezó a preguntarme sobre cómo los puntuaba desde un punto de vista ideológico. El 0 era muy de izquierdas y el 10 muy de derechas. Es decir, quería que me posicionara yo misma mediante mis gustos mediáticos. Como profesional tengo que decir que ha pinchado porque intento consultarlo todo por prurito profesional. Pasado ese trámite, la interpeladora fue a por el turrón:

– ¿Votó en las últimas elecciones generales?.

– Si- contesté rotundamente.

– ¿A qué partido?.

Estupefacción por mi parte.

– Esa no era la intención de la encuesta. Usted me dijo que íbamos a hablar de medios de comunicación. Y eso que le he advertido que soy periodista y para algunos estudios, ese factor puede ser distorsionante.

– Ya se lo he dicho a mis superiores. Que no debemos presentarlo así. Que debemos decirlo desde el principio. Mucha gente me dice lo mismo.

No obstante, seguí la charla con la encuestadora del CIS a ver dónde llegaba. La siguiente pregunta fue de traca:

– ¿A quién votará usted en las próximas elecciones?.

– ¿Las próximas?. ¿Son dentro de 3 meses o de 4 años?.

Silencio sepulcral. No sabía darme respuesta pero me interpelaba sobre mi voto en unas supuestas elecciones generales. Amén de la sorpresa de que el CIS se ande con encuestas enmascaradas y objetivos disfrazados, hay una realidad…Tezanos ya está trabajando. Saquen conclusiones.​

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