Agentes de la Policía Local identifican a un conductor sin carné y con la ITV caducada
El conductor presentó un permiso de conducción irregular
El distintivo de ITV que portaba el vehículo no se correspondía con la fecha de inspección
El pasado 5 de mayo, a las 21:20 horas, agentes de la Policía Local de Palma interceptaron un turismo en la calle Llaüt durante un control de tráfico rutinario. El vehículo presentaba un deficiente estado de conservación, lo que motivó la inspección por parte de los agentes.
Al requerir la documentación al conductor, un joven venezolano de 25 años, presentó un permiso de conducción, que por su aspecto denotaba no haber sido expedido por el gobierno de Venezuela, reconociendo que había tramitado su renovación a través de un conocido al que entregó 50 euros.
Consultadas los registros informáticos, constaba que la última Inspección Técnica de Vehículos, realizada en mayo de 2022, había resultado desfavorable. Sin embargo, en el parabrisas delantero del vehículo, los agentes observaron que el distintivo adhesivo de la ITV constaba una vigencia hasta mayo de 2024, lo que no coincidía con la información obtenida por los agentes.
En cuanto a la titularidad del vehículo, el conductor manifestó que era propiedad de su suegra, pero que no se había realizado el cambio de titular.
Con toda la información recabada, los agentes informaron al conductor acerca de su condición de investigado no detenido por la presunta comisión de dos delitos: uno contra la seguridad vial al conducir sin haber obtenido el permiso de conducción y otro de falsificación de certificación de documento público.
Los agentes intervinieron el permiso de conducción falso y el distintivo de ITV, procediendo a la inmovilización del vehículo en el depósito municipal de Sa Riera.
Finalmente, informaron al investigado de su obligación de comparecer ante la autoridad judicial al ser citado.
Conducir un vehículo de motor o ciclomotor sin haber obtenido nunca el permiso o licencia de conducción correspondiente, puede llevar aparejada una pena de prisión de hasta seis meses, en su grado máximo.
De igual manera, el uso deliberado de una certificación falsa puede acarrear una pena de multa de hasta seis meses, en su grado máximo.
