¿Y si hubiera otra forma de resolver nuestros conflictos…?

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No sorprendo a nadie si digo que cada día con más frecuencia y en más entornos, encontramos problemas entre varias personas, discusiones, desencuentros, desacuerdos… que con la mayor de las “suertes” acaban en los Tribunales y no directamente violencia (aunque aún nos queda mucho por aprender… pero esto, podría ser parte de otro artículo).

La mayoría de la personas que acuden al Juzgado lo hacen de dos formas: o buscando venganza (yo tengo razón, así que yo gano y tú pierdes) o con frustración e impotencia por no haber podido resolver ese conflicto por otros medios.

En los últimos años, y a partir de la Ley 5/2012, de 6 de julio de mediación civil y mercantil, se presenta a la mediación como un modelo alternativo de resolución pacífica de conflictos para ayudar a las partes a que resuelvan su conflicto con un acuerdo satisfactorio para ambas (un win-win), y que cuide su relación (algo tan olvidado en los Tribunales…).

Vivimos en la cultura de la confrontación constante, pero esto debe y necesita cambiar. La mediación, la cultura del acuerdo, la cultura de la paz es un modelo que nos presenta una nueva forma de resolver nuestros conflictos y de desarrollarnos como sociedad, dejando atrás la confrontación para dar paso al diálogo, la empatía, la escucha, al acuerdo.

La mediación surge de la necesidad de la sociedad de avanzar hacia el progreso, de ser más humanos, más sociales, con mayor capacidad de raciocinio y de colaboración. Los conflictos son inherentes a las relaciones humanas, pero si se gestionan bien, se puede aprender mucho de ellos. Una buena gestión no es mirar hacia otro lado, derivar mi problema a mi abogado y que el lo deriva el juez para que decida por mí. Una buena gestión empieza por ser responsable de que estoy teniendo un conflicto con otra persona, y que soy responsable de solucionarlo, y de decidir a que acuerdo quiero llegar.

Podemos entrar en materia legal, porque es cierto, que nuestro sistema de Derecho, regula absolutamente todo para no dejarnos desamparados ante la presentación de diferentes controversias que puedan surgir a lo largo de nuestro día a día, y está bien. Pero hay muchos asuntos de los que como ciudadanos, podemos y debemos hacernos cargos por nosotros mismos, entender que a través del diálogo y llegando a un acuerdo el conflicto se va a resolver de una manera más eficiente y en caso de no tener las herramientas para una buena gestión del mismo, acudir a un profesional que defienda la paz, un mediador profesional que entienda y ayude a entender a las partes que son capaces de sentarse, de dialogar, de escucharse y de decidir por ellas mismas a que acuerdo quieren llegar y siempre teniendo especial cuidado a la relación que les ha traído a tener ese conflicto.

Noemi Boned Nuñez
Abogada y Mediadora de conflictos

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