Convierto la realidad en algo mío, algo creado por mí,
sin un pensamiento que me interrumpa,
hago del tiempo un envoltorio que yo solo entiendo,
a veces invito, otras no.

Veo pasar el tiempo a la velocidad que yo quiero,
a veces despacio y otras lento,
a veces intenta despistarme un pensamiento
perdiendo de nuevo en su intento.
así que despierto de nuevo a mi otro estado.
ese mismo, el que yo me he creado.

Esa es mi magia,
mi mente y yo a solas,
dándonos igual si pasa o no el tiempo,
disfrutando cada segundo para recuperar ese tiempo que nos han robado,
que nos roban,
por no dejarnos disfrutarlo como quisiéramos,
deleitándonos en cada cosa, saboreándolo,
esos, nuestros momentos mágicos

Pero parece que los sabores para muchos se perdieron,
y gana de nuevo el poder,
quieren que corras mucho, te quieren acelerado
de prisa, siempre,
para que bajo tus esfuerzos,
los que equivocadamente llamamos los de arriba se nutran de ellos,
luchando por beneficiarse de nuestro sudor,
somos tantos, y tanta es la competencia
que no preocupa,
pues como bien sabemos nadie es imprescindible.

Realidad que no comparto, realidad que no me identifica, realidad que no siento.

Por eso vivo aún estando presa de las normas,
poniendo mi música cuando la siento necesaria,
en determinados momentos,
o bien escuchando el silencio que no necesita de ella,
de la música,
porque las herramientas siempre están,
en un fuego, un cuadro, la mirada de tu perro,
un sonido, un color, calor …
un sabor,
allá donde tú las quieras ver.

Se habla mucho de la fuerza física, restando valor a la mental
cuando precisamente es nuestro propio pilar,
nuestra base.

Sé que un día no tendré que crearlo,
porque en otro estado,
pasaré a ese estado

1 pensamiento sobre “Un Pensamiento, otro estado

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