Todos somos hijos del planeta tierra…
Hay que poner la inteligencia al servicio de elegir bien las causas primero, no las causas, directamente, al servicio de la primera, porque entonces no has analizado bien en que vas a invertir tu esfuerzo intelectual.
Como dicen los mallorquines «no pongamos el arado delante el toro», pero la trampa está en que al agotarnos emocional y mentalmente tendemos tomar la decisión de afiliamos a ideologías para dejar de pensar y no implicarnos activamente, en primera persona, en temas muy relevantes en nuestras vidas.
Normalmente , esas ideologías están sustentadas por personas que son auténticos perfiles de obsesivos compulsivos, consiguen ponerse tan pesados para que se apoyen sus demandas, que por agotamiento, prefieres darles la razón y tu apoyo con tal de no tener que soportarlos más… y ese es el problema.
Por eso, las grandes cúpulas religiosas, corporaciones, bancos, altas instancias y gobiernos suelen ser la mayor selección de sociópatas y psicópatas del muestrario humano.
Lo queramos aceptar o no, vivimos bajo la tiranía de grandes lobbies de poder económico perniciosos que parasitan a través de la ingeniería social y económica al resto y mayor parte de la humanidad.
Para lograrlo, precisan a los mejores psicópatas, que como muestra de botón, tenemos al que está en la cúspide nacional, Pedro Sánchez, un personaje digno del mismísimo Maquiavelo.
Pero no todo está perdido, a pesar de todo, hemos seguido progresando, hoy mucha más gente vive mejor que la mayoría de los que vivían hace 100 o más años. Eso es debido, a que los que tienen el poder, precisan la paz social para que ellos mismos puedan seguir con sus agendas.
Si aumentamos la cantidad de personas que no sólo entiendan quienes son realmente, sino que además, en las próximas elecciones no voten lo que vean en las pancartas mediáticas de estos sátrapas, tal vez mejoremos un poco más.
Y cuánto no, por lo menos, dejemos de servirnos de argumentos xenófobos y entendamos que vivimos en mezcla etnológica, cultural y social inevitable e imparable que para que llegue a buen puerto, éste tiene que estar cimentado en la tolerancia y auténtico amor al prójimo. Lo digo por aquellas opciones populistas que tan de moda se están poniendo en mis dos patrias, España y Francia, que me producen escalofríos, pues en la historia reciente de Europa, ese modelo político oportunista, lo único a lo que nos ha conducido es a conflictos sociales y bélicos.
La buena gente, lo somos, sin importar el color de la piel, origen etnológico e ideología, pues lo impregnamos todo de un sentido de comprensión, tolerancia y compromiso real.
Director Contenidos y Audiovisual | Agente de Prensa | Mallorca
