Nunca habíamos estado tan interconectados con el resto del mundo gracias a las redes y tecnologías…
Nunca habíamos estado tan interconectados con el resto del mundo gracias a las redes y tecnologías… pero también, en la misma medida, jamás tan desconectados de nosotros mismos.
Somos en última instancia una consciencia que alcanza unos pocos segundos a autoobservarse a sí misma ante los pocos grados de libre albedrío que creemos poseer. Apenas podemos fiarnos de un recuerdo, por muy bien registrado que esté, siempre es reinterpretado una y otra vez.
Saturados de información y desinformados de nosotros mismos, al no tener control de los efectos e influencia de tendencias, modas y pensamientos inducidos, preferimos vivir dormidos virtualmente que despertar en la pesadilla de la realidad.
