La primera monarquía conocida en Mallorca fue la mora, El que se reconociera a Carlomagno como tal, responde a un agradecimiento por sus servicios y por muy poco tiempo. Posteriormente la Corona de Aragón creó el Reino de Mallorca tras su conquista. Se puede decir que Mallorca siempre ha sido un reino a partir de que los musulmanes arrebataran al Imperio Romano su dominio sobre todo el archipiélago, fue cuando empezó a ser independiente de otras influencias monárquicas y dominantes. A los del Reino de Mallorca no se les puede decir que hayan sido alguna vez antimonárquicos. Recientemente incluso en la época de las dos Repúblicas, a pesar del caos social y la
precariedad de la comunidad, eran aspectos políticos poco tenidos en cuenta por la población, más preocupada por subsistir que por elegir tendencias y doctrinas que los condicionaran. El hambre, la peste de mitad del siglo XIV, en 1652, en 1820, la fiebre amarilla de 1821 y 1870 junto y demás epidemias ya en el siglo XX, fueron combatidas mejor que en el continente. Los LAZARETOS de Mahón, Ibiza, Alcudia, Porto Pi, s’Aigo Dolsa y San Carlos, todos ellos promovidos por la monarquía, fueron determinantes. Resultaba impensable
enfrentarse con las Casas Reales o sus representantes en estas épocas.

Ahora, sin más, unas minorías convencen inexplicablemente a los sanchistas de la CC AA para evitar un reconocimiento que el cariño de los mallorquines pretenden otorgar a la Princesa Leonor. Seguramente compromisos a nivel de Gobierno Central entre el Ejecutivo y otras minorías, con un obcecado interés en mantener el PODER, que repercute entre los grupos políticos de Baleares y nos aplican (una vez más) la conveniencia originada en el continente. Lo canarios dirían que es cosa de GODOS.

¿Por qué Mallorca y el conjunto de las islas, tiene ahora que decidir ser antimonárquica siendo un reino desde el siglo X? ¿Acaso las simpatías que a lo largo de estos últimos tiempos se han prodigado mutuamente reyes e isleños, visitantes, turistas y residentes, han de evitarse ahora? ¿Quiénes son estos que no han hecho campaña en sus postulados electorales y sin más, nos sorprenden con estas decisiones? Apoyar a una minoría para satisfacer directrices recibidas del extrarradio resulta una burla y falta de ética merecedora de un severo castigo. Que no se atrevan a engañar de nuevo en las próximas elecciones. Se les ve el plumero.

La Constitución está vigente, si continúan jugando de esta manera en el seno de las Instituciones Autonómicas de Baleares, puede desembocar en un conflicto y no solo lingüístico, ni cultural, ni histórico. Más bien general. El pueblo balear se merece un respeto, demasiado ha tolerado ya en estas últimas décadas.

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